Una sustancia que está presente en la leche materna puede llegar a ser determinante en la obesidad del niño. Dicha información puede servir para tener más datos sobre cómo influye la alimentación en la progresión de la obesidad en los niños y si es posible o no posible trasmitir la ‘gordura’ de madres a hijos.
Este trabajo lo desarrollaron investigadores de Michael Goran, director del Centro de Investigación de la Obesidad Infantil en la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California cuyo objetivo era descubrir que las variaciones en los hidratos de carbono complejos que se encuentran en la leche materna, llamados oligosacáridos de leche humana (HMO).
Se dieron cuenta que estos estaban asociados a variaciones en el crecimiento y en la obesidad infantil. Se sabe que HMO, un componente natural de la leche materna, juega un papel en el desarrollo del sistema inmunológico infantil.
El estudio, publicado en American Journal of Clinical Nutrition, es el primero en identificar variaciones en las HMO como un posible factor protector o de riesgo para la obesidad, apunta Tanya Alderete, de la USC. Estudios previos sobre los efectos de la lactancia materna sobre la obesidad han aportado resultados contradictorios.
Muchos sugieren que la lactancia materna disminuye el riesgo del bebé de desarrollar obesidad en la infancia y la adolescencia. Así, cuando este grupo de investigadores examinó 71 trabajos previos sobre este tema encontraron que la lactancia materna reduce la prevalencia de exceso de peso y la obesidad en un 10% de media en comparación con la leche de fórmula.
Pese a ello, estos expertos la combinación específica de las HMO en la leche materna puede hacer que esto varíe. La composición de la leche materna individual, aseguran, es más determinante a la hora de predecir la obesidad que incluso la obesidad de la madre y su aumento de peso durante el embarazo.
“Las primeras experiencias de vida relacionadas con el medio ambiente y las diferentes modalidades de alimentación contribuyen a la obesidad, pero aunque por lo general pensamos en el riesgo de obesidad después del destete, en el momento de la introducción de alimentos sólidos, es evidente que hay algo clave antes del destete, incluso en los bebés que reciben solo leche materna”, comentó el autor principal.
“En última instancia lo que nos gustaría ser capaz de determinar es identificar cuáles de los HMO son las más importantes para la protección de la obesidad y usar esta información para fabricar suplementos que se puedan dar al niño junto con la lactancia materna y añadirlo a las fórmulas infantiles”, recalcó.
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