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UN TONO DIFERENTE

Donald Trump aborda en el Congreso desde el Muro al terrorismo islámico

El presidente de Estados Unidos, 40 días después de llegar a la Casa Blanca, trató también temas como la violencia, la educación y el trabajo y arremetió contra Obamacare.

Hechosdehoy / Hechos de Hoy / UN / Arturo Vázquez
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El presidente de Estados Unidos compareció por primera vez ante el Congreso para defender su programa político, sólo 40 días después de llegar a la Casa Blanca. En un tono muy diferente y mucho más conciliador que el del discurso de toma de posesión, Trump tocó varios temas que fueron parte de su campaña: desde el Muro en la frontera con México, la eliminación del Obamacare, la lucha contra el terrorismo islámico, la violencia en el país y el veto a los inmigrantes. Pero mientras que en enero se dirigía a cientos de miles de fans incondicionales que le aplaudían y jaleaban en Washington tras su jura, en este último día de febrero habló ante el Congreso que en su mitad está compuesto por políticos del Partido Demócrata. Y se refrenó.

Donald Trump comenzó a hablar, seguido desde sus casas por unos 50 millones de espectadores de televisión, en un tono menos agresivo del pronosticado por los medios. Lo hizo condenando las amenazas contra centros judíos, el vandalismo que sufrió un cementerio judío y el tiroteo en Kansas City señalando que "si bien somos una nación dividida en cuanto a las políticas, somos una nación unida en la condena del odio y del mal en todas sus formas". Y añadió: "estoy aquí para transmitir un mensaje de unidad y de fuerza que sale del corazón".

Trump habló también de "una reforma migratoria real y positiva", siempre y cuando los objetivos sean mejorar los empleos y salarios de los estadounidenses, fortalecer la seguridad nacional y restablecer el respeto a las leyes. "Si nos guiamos por el bienestar de los ciudadanos estadounidenses, entonces creo que republicanos y demócratas podemos trabajar juntos para lograr la reforma que ha eludido a nuestro país durante décadas", dijo Trump en una sesión conjunta del Congreso a la que también asistió su esposa Melania.

"Al hacer cumplir nuestras leyes de inmigración, aumentaremos los salarios, ayudaremos a los desempleados, ahorraremos miles de millones de dólares y haremos que nuestras comunidades sean más seguras para todos" añadió.

"Queremos que todos los estadounidenses tengan éxito, pero eso no puede pasar en un ambiente de caos sin ley. Debemos restaurar la integridad y el estado de derecho en nuestras fronteras" manifestó antes de decir que comenzarán "antes de lo programado" la construcción del Muro con México y que será "un arma muy eficaz contra las drogas y el crimen". En este momento sólo la mitad de los republicanos se puso en pie para aplaudir al presidente.

Trump también abordó el terrorismo y le dijo al Congreso que su obligación era "servir, proteger y defender a los ciudadanos de los Estados Unidos. También estamos adoptando fuertes medidas para proteger a nuestra nación del terrorismo radical islámico". "No podemos permitir que nuestra nación se convierta en un santuario para extremistas" agregó. "Por eso mi administración dará nuevos pasos para mantener fuera a aquellos que nos harían daño", anunció.

"Trabajaremos con nuestros aliados, incluyendo nuestros amigos y aliados en el mundo musulmán, para extinguir este vil enemigo de nuestro planeta".

Educación y críticas a Obamacare

Afirmando que la "educación es el problema de los derechos civiles de nuestro tiempo", Trump invitó al Congreso a aprobar un proyecto de ley de educación que financie escuelas para jóvenes desfavorecidos, que incluye a " millones de niños afroamericanos y latinos". Defendió que cada familia debería de tener el derecho de decidir a qué escuela quiere que vayan sus hijos, desde la pública o privada a incluso la enseñanza en la propia casa.

Durante la campaña, Trump siempre buscó atacar el sistema de salud creado por el expresidente Barack Obama, y esta vez frente al Congreso llamó a derogar y reemplazar el Obamacare con "reformas que amplíen las opciones, aumenten el acceso, reduzcan los costos y, al mismo tiempo, proporcionen mejores servicios de salud".

Trump insistió en que "obligar a todos los estadounidenses a comprar un seguro de salud aprobado por el Gobierno nunca fue la solución correcta para Estados Unidos". Añadió que "la manera de hacer que el seguro de salud esté al alcance de todos es bajar el costo del seguro de salud, y eso es lo que haremos. El Obamacare está colapsando, y hay que actuar con decisión para proteger a todos los estadounidenses", dijo.

Defensa, apoyo a la OTAN y momento más emotivo

Frente al Congreso, Trump pidió uno de los mayores aumentos del gasto en defensa de la historia del país, con el objetivo de "reconstruir" las Fuerzas Armadas. "Para mantener a Estados Unidos seguro, debemos proporcionar a los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas las herramientas que necesitan", enfatizó Trump.

"Los desafíos que enfrentamos como nación son grandes. Pero nuestro pueblo es aún mayor. Y nadie es más grande o valiente que aquellos que luchan en uniforme por Estados Unidos", dijo. Trump detalló que su propuesta presupuestaria incluye, además, aumentar la financiación para los veteranos de guerra.

El momento más emotivo de su discurso llegó al recordar al primer militar muerto bajo su mandato, el soldado de las fuerzas especiales William Ryan Owens, fallecido en una operación contra Al Qaeda en Yemen, la primera aprobada por Trump desde su llegada a la Casa Blanca el pasado 20 de enero.

El recuerdo a Owens se llevó la mayor ovación de toda la sesión por parte de los congresistas, mientras su mujer, Carryn, lloraba mientras a su vez aplaudía. 

Trump también declaró su "firme apoyo" a la OTAN, pero reiteró la petición a los Estados miembros de "cumplir con sus obligaciones económicas" e invertir más en Defensa.

"Esperamos que nuestros aliados, en la OTAN, en Oriente Medio y en el Pacífico, asuman un papel directo y significativo en las operaciones estratégicas y militares, y que paguen su parte justa del costo", dijo el presidente.

También anunció que "América respeta el derecho de las naciones de elegir su propio camino. Mi trabajo no es representar al mundo. Mi trabajo es representar a los Estados Unidos de América.

El presidente también recordó que más de 43 millones de personas están viviendo en la pobreza. "Hemos perdido más de una cuarta parte de nuestros empleos en la industria desde que se aprobó el Tratado de Libre Comercio (TLCAN) y hemos perdido 60.000 fábricas desde que China se unió a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001", aseguró Trump. "Para lograr nuestros objetivos debemos reiniciar el motor de la economía estadounidense, haciendo más fácil que las compañías hagan negocios dentro de Estados Unidos, y muchos más difícil para que las compañías se vayan", explicó antes de apuntar que deberán "superar las diferencias de partido" para resolver los problemas.

Al final de su discurso, Trump volvió a tono patriótico de la campaña electoral. "Se acabaron los tiempos de pensar en pequeñito. El tiempo de las luchas sin importancia. Necesitamos el valor de compartir sueños que llenan nuestro coraón, que expresan nuestras esperanzas y la confianza de convertir esas esperanzas y esos sueños en acciones. […] Creed en vosotros mismos, creed en vuestro futuro y creed de nuevo en los Estados Unidos de América. Dios os bendiga", finalizó.

El discurso fue muy aplaudido por los republicanos y seguido con respeto pero sin entusiasmo por los demócratas que abandonaron inmediatamente el Congreso, en cuanto sonó la última frase del presidente. 

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