De cuestión de fronteras y asunto estrictamente deportivo, el caso Nole evolucionó al primer plano de la polítca internacional. Finalmente quedó en libertad tras ganar la batalla judicial. En teoría podrá jugar el Open de Australia.
Pero la ministra de Exterores y el primer ministro de Australia podría intervenir de nuevo en asunto ya estrictamente político. Podrían anular el viado por haber emergido en Melbourne como líder mundial del movimiento antivacunas y movimiento negacionista.
El tenista no midió esta vez sus acciones. Puede haber enfangado su reputación y carrera profesional. Podría jugar el Abierto de Australia. Pero sería en medio de una gran controversia en un país que ha sufrido enormemente por la COVID-19 y el daño hecho por quienes se han resistido y resisten a vacunarse como ha pedido reiteradamente la Organización Mundial de la Salud.
Después de más de cinco horas, Novak Djokovic ha sido liberado tras la orden dictaminada por el juez Anthony Kelly, que no ha encontrado razones suficientes para denegar el visado.
Todo el proceso judicial, y también político, puede no haber terminado: Podría quedarse sin disputar el Open de Australia por su postura frente a la vacunación contra la COVID. Según el padre y el hermano del jugador, la intención del gobierno de Australia sería deportar a Djokovic pese a la resolución favorable del juez.
"La última información es que quieren detenerlo", dijo Djordje Djokovic, su hermano, a la emisora TV Prva. Pero Novak no ha sido detenido de nuevo. El Ministro de Inmigración estudia si volver a cancelar su visaco, confirmaron The Age y The Sydney Morning Herald.