En plena crisis en La Española (Haití y República Dominicana), y tras el paso del huracán Elsa (el primero de la temporada del Atlántico), Cuba estalló en la mayor protesta en la isla contra la dictadura que comenzó Fidel Castro, heredó su hermano Raúl, y trata hoy de mantener Miguel Díaz-Canel.

Es la mayor protesta vivida en Cuba desde la salida de la isla de Fulgencio Batista y la revolución del Movimiento 26 de julio que llevó al poder a Fidel Castro. Desde la fundación del Partido Comunista de Cuba en 1965, nunca se había vivido una protesta masiva en todas las ciudades del país contra la dictadura.

Miguel Díaz-Canel movilizó al Ejército ordenando disparar contra los manifestantes. Un trágico domingo en Cuba que acabó con una noche de tiros y palos en las veinte ciudades más importantes de la isla.

Todo comenzó en la ciudad de San Antonio de los Baños al suroeste de La Habana. Pero se extendió de inmediato por toda la isla en una protesta general contra la dictadura. Miguel Díaz-Canel, en un mensaje televisado al país desde La Habana, a través de la televisión estatal, ordenó al Partido Comunista y al Ejército salir a las calles contra lo que calificó de "mercenarios". Ordenó que las protestas se disolvieran a tiros y palos.

Vídeos y fotografías en las redes sociales mostraron a militares y civiles disparar contra los manifestantes.

"Estamos convocando a todos los revolucionarios del país, a todos los comunistas, a que salgan a las calles y vayan a los lugares donde vayan a ocurrir estas provocaciones, hoy, desde ahora y en todos estos días", ordenó el presidente de Cuba, y líder del Partido Comunista, Díaz-Canel, en su inédito mensaje en televisión y radio.

Díaz-Canel dijo que en su gobierno y el Partido Comunista "estamos dispuestos a todo y estaremos en la calle combatiendo. La orden de combate está dada: a la calle los revolucionarios", afirmó.

"No vamos a admitir que ningún contrarrevolucionario, ningún mercenario, ningún vendido al gobierno de Estados Unidos, vendido al imperio, recibiendo dinero de las agencias, dejándose llevar por todas estrategias de subversión ideológica van a crear desestabilización en nuestro país", clamó en su mensaje. 

Díaz-Canel montó en cólera al ser informado por los servicios de inteligencia y contrainteligencia que las protestas se estaban retransmitiendo en directo a través de teléfonos móviles (celulares), con vídeos, fotografías y mensajes. Eran unas protestas que recogían el espíritu de la canción Patria y vida.

Las palabras de Díaz Canel fueron contestas de inmediato en las redes sociales. Le responsabilizaron de estar "llamando a una guerra civil". "Qué irresponsabilidad, esto es el llamado a una guerra civil: ´La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios´, amenaza Miguel Díaz-Canel", escribió en Twitter la opositora Yoani Sánchez.

"Esto es por la libertad del pueblo, ya no aguantamos más. No tenemos miedo. Queremos un cambio, no queremos más dictadura", los mensajes en las redes sociales.

La protesta es general en toda Cuba ante el peor momento en la gestión de la pandemia del coronavirus, el rosario de denuncias ante centros de salud totalmente colapsados e inoperantes, la escasez desde hace meses de alimentos de primera necesidad y básicos, y la falta de medicinas, Es una carencia total en la isla de los productos de primera necesidad.

Las marchas pacíficas fueron atacadas de forma violenta por civiles armados, policías y soldados. Un reportero de la agencia Associated Press estuvo entre los heridos por la policía. Se han vivido protestas en las veinte ciudades más importantes del país.

En La Habana, hubo manifestaciones masivas en las principales avenidas, especialmente en Galeano y el Malecón. Los vídeos y fotos en las redes sociales mostraron las cargas de las boinas negras, los escuadrones más temidos y brutales de represión. Policías y soldados a palos y tiro limpio cargaron contra los manifestantes.

Se volcaron camionetas de la policía y se produjeron saqueos en las  llamadas tiendas por moneda convertible (divisas extranjeras).

Los servicios de inteligencia y contrainteligencia actuaron rápidamente para ir apagando zonas de la isla cortando Internet y evitando que se siguieran emitiendo mensajes con informaciones del levantamiento popular en toda Cuba. Se fue produciendo un apagón total incluso para hacer llamadas dentro de Cuba.

El levantamiento producido en Cuba ha tenido un enorme impacto internacional. Manifestaciones de apoyo en Miami, Nueva York, Madrid  y ciudades de México. Los acontecimientos son seguidos por la Administración de Joe Biden y el papa Francisco.