1. Inicio
  2. Opinión
  3. Comunidad de blogueros
  4. De Hachiko y el perro de Cochabamba al hundimiento del “Reina Regente”

HISTORIAS DE FIDELIDAD

De Hachiko y el perro de Cochabamba al hundimiento del “Reina Regente”

La historia más emocionante que jamás he oído sobre un perro sucedió en el año 1895 en Cádiz. Todo se remonta a la conocida como Guerra de Margallo entre España y Marruecos.

Hechosdehoy / Félix Solera Yáñez
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo

Dice mi amigo Antonio Gama que echa de menos en las entradas del blog una historia de animales, así que siguiendo sus consejos esta semana toca hablar del mejor amigo del hombre. Como el universo conspira cuando se está pensando en algo, en los últimos días hemos conocido la historia del perro boliviano de Cochabamba que después de 5 años sigue merodeando por el cruce en el que murió el universitario que lo cuidaba.

Emulando al famoso Hachiko japonés que pasó 9 años en la estación de tren de Shibuya esperando a que el profesor del departamento de agricultura de la universidad de Tokio Eisaburo Ueno volviera como cada día de sus clases.

Pero la historia más emocionante que jamás he oído sobre un perro sucedió en el año 1895 en Cádiz. Todo se remonta a la vulgarmente conocida como Guerra de Margallo entre España y Marruecos, o mejor dicho, con las tribus marroquíes que habitaban las inmediaciones de Melilla. Juan García Margallo, gobernador de la ahora ciudad autónoma, y debido a algunos altercados anteriores, comenzó la construcción de una fortificación de carácter defensivo en una zona en la que se encontraba la tumba una persona considerada santa para las tribus anteriormente mencionadas.

Conocida la noticia al otro lado de la frontera, en poco días más de 6.000 guerreros rodeaban la ciudad española. Los combates no tardaron en llegar, por una lado, la mayoría de soldados atacantes inclinaba la balanza hacia el sur, por otro, la posesión de mejor armamento la equilibraba. Llegaron refuerzos desde los puertos españoles, uno de los disparos destinados a contener el ataque de las fuerzas atacantes impactó contra una mezquita destruyendo el templo sagrado.

La llamada a la guerra santa fue inmediata y en varios días las fuerzas atacantes sumaban más de 25.000 hombres. La diplomacia entró en juego y el sultán de Marruecos Hassan I daba la razón a los derechos peninsulares para la construcción de la fortaleza, pero la falta de firmeza en las decisiones hizo que los enfrentamientos se siguieran sucediendo y en la mayor parte favorables a los rifeños.

Margallo impaciente por la ineficacia diplomática lanzó un ataque para recuperar varias fortalezas perdidas en los días anteriores y en flagor de la batalla, y cuando se dio cuenta del error estratégico que había cometido, recibió un disparo en la cabeza que le causó la muerte.

Este hecho hizo que los marroquíes tomaran terreno y contruyeran trincheras cercando la ciudad, España respondió mandando dos cruceros de guerra y descargando un intenso bombardeo sobre las posiciones enemigas. El resultado del ataque fue una primera propuesta de paz que tuvo que esperar algunos meses más para llegar a formalizarse oficialmente.

En el curso de las negociaciones los marroquíes desplazaron a Madrid una comisión negociadora, si ya de por sí la situación era complicada, el general Fuentes lo acabó de arreglar propinando una bofetada al embajador Sidi Brisha, reprochado que su dejación había provocado la muerte de su compañero y amigo Margallo.

Debido a lo tensa de la situación, el gobierno español decidió mandar de vuelta a la embajada africana. La tarea se encomendó al crucero Reina Regente, que embarcó a la delegación y desoyendo los avisos de fuerte temporal se dispusieron a cruzar hacia el vecino continente. El mismo día de su partida llega a Tánger aunque les es imposible entrar en el puerto y desembarcar a la delegación debido al temporal. Al día siguiente un remolcardor se encarga de recoger a los diplomáticos ya que el puerto de de la ciudad sigue cerrado al tráfico debido a las condiciones climáticas tan desfavorables.

El Reina Regente vuelve a poner rumbo a Cádiz internándose en el terrible temporal. Nunca más se supo nada de los 412 tripulantes del crucero. En la península se esperaba su llegada, al siguiente día tenía que participar en la inauguración del crucero acorazado Carlos V. Se buscó por la costa por si el temporal lo había desviado a otros puertos, pero no hubo éxito, el crucero Reina Regente había naufragado en el Atlántico con toda su dotación.

En los siguientes días se fueron conociendo noticias, desde otros barcos se había visto al crucero luchar contra el temporal y cuando llegó la calma se encontraron algunos restos dispersados por el mar. Varios días después del naufragio un barco de mercancías británico que pasaba por la zona, avistó un hermoso perro de raza terranova que se mantenía a flote en lo que eran los evidentes restos de un barco. La tripulación lo adoptó y con ellos viajó a lo largo del Mediterráneo en sus diferentes rutas comerciales.

Algunos meses después, el mercante vuelve hacia la península con intención de amarrar en Sevilla, para ello se dirige al fondeadero de Bonanza donde debe esperar a que le den paso. El perro comienza a impacientarse y a pesar de las caricias de los marinos británicos no para de correr por la cubierta de una lado para otro. Cuando el barco se acerca a la costa no puede esperar más y se lanza al mar, nadando llega a la orilla y sin descanso se interna en las calles de Sanlúcar de Barrameda hacia la puerta del alférez de navío Don José María Enríquez Fernández, desaparecido y dado por muerto en el naufragio del Reina Regente.

Cuentan las hemerotecas que el padre del alférez salía de su casa cuando el terranova corría sin descanso hacia la puerta. Tal fue la impresión, que el hombre cayó desvanecido a los pies del perro.


El Reina Regente fue el primer crucero español de moderna factura del que dispuso la España de la Restauración, teniendo como armamento principal cuatro piezas individuales González Hontoria de 240 mm, lo que posiblemente, acabó costando su hundimiento al comprometer el peso de estas piezas en comparación con su desplazamiento la estabilidad del buque.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Fill out this field
Fill out this field
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
You need to agree with the terms to proceed

twitter facebook smarthphone

ARCHIVO DEL AUTOR

Menú