Daesh ha reivindicado este jueves el atentado del miércoles cometido en el puente de Westminster y que acabó con la vida de cuatro personas, dos peatones, un agente de policía y el terrorista. Una de las personas fallecidas es Aysha Frade de pasaporte británico pero origen español. Según datos oficiales, entre los 29 heridos en el ataque islamista hay personas de diez nacionalidades: 12 británicos, 4 surcoreanos, tres escolares franceses, dos griegos, un polaco, un estadounidense, un chino, un irlandés y una alemana.
"Un soldado de ISIS ha llevado a cabo la operación". Así reza el comunicado dado a conocer a través de Amaq News, una agencia que usa Estado Islámico para difundir sus mensajes.
El atacante, cuyo nombre no ha sido dado todavía a conocer para no entorpecer las investigaciones, ha sido calificado de "extremadamente violento". Nació en el Reino Unido y estaba fichado por su radicalismo.
Según explicó la primera ministra, Theresa May, en una sesión del Parlamento celebrado este jueves en homenaje a las víctimas, el atacante había sido investigado por el MI5 años atrás, como una figura secundaria en tramas radicales. El espionaje británico llegó a interrogarlo, pero actualmente no estaba siendo vigilado.
El terrorista alquiló el vehículo Hyundai con el que atropelló a sus víctimas en la ciudad de Birmingham de la que era originario. En seis puntos diferentes de dicha ciudad se llevaron a cabo durante la pasada madrugada redadas y se practicaron numerosas detenciones en relación al atentado.
"Ayer vivimos lo peor de la humanidad, pero también lo mejor", señaló May recordando el papel fundamental de la policía tras el atentado. "El terrorismo será derrotado. No estamos asustados. No nos vencerán", advirtió la primera ministra en el Parlamento, a pocos metros de donde 24 horas antes se produjo la masacre.