En la actualidad, Jordi Pujol recibe una pensión de 86.418 euros como expresidente de la Generalitat (mayor que el salario del presidente del Gobierno). Tiene una asistente para supervisar el trabajo de su oficina de su oficina y dos secretarios con un coste de 114.517. Disfruta un despacho de 441 metros cuadrados en el Paseo de Gràcia con un alquiler anual de 191.119 euros. Cuenta con los gastos pagados de oficina y coche oficial con chófer. Todo esto se acabó.
Si fuera un thriller, el guión no podría ser más suculento. Hacienda no se acaba de creer la coartada de Jordi Pujol de la herencia paterna e investigará a toda la familia por blanqueo. A la vez, quién denunció a la UDEF (Unidad de Delincuencia Economía y Fiscal de la Policía Nacional) -"qué coño es eso de la UDEF…; "esto de la policía política es muy peligroso"…; "se hace mucho en Rusia, con una democracia peor que la nuestra; …y "la Policía es un elemento básico para la democracia y puede serlo también para la degeneración de la democracia"- ´rectificó y precipitó su confesión de fraude a Hacienda al estrecharse el cerco de la investigación sobre sus hijos.
En el plano judicial, la Fiscalía Anticorrupción investigará el patrimonio de la familia Pujol y la confesión del expresidente de la Generalitat sobre los fondos en el extranjero, con la perspectiva de que el caso se remita a la Audiencia Nacional, donde el juez Pablo Ruz ya tiene una causa abierta sobre el hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola.
En el plano político, y en un clima bajo el efecto de la "patacada" (trompazo), como contó Hechos de Hoy, prisas de Artur Mas y CDC (Convergència Democràtica de Catalunya) por romper con Jordi Pujol antes de que se precipite todo. No se desea una ruptura traumática pero en Barcelona se sabe que no resolver este asunto y zanjarlo pondría en situación de máxima debilidad a Artur Mas en su encuentro con Mariano Rajoy. Se desea el fin de la presidencia de honor de Jordi Pujol en CDC y CiU. Y también la renuncia a la oficina de expresidente de la Generalitat, la pensión vitalicia y al tratamiento de muy honorable.
Artur Mas recibió por todo ello el aliento en el cogote de la indignación de Esquerra Republicana (su aliado en el Parlamento de Cataluña). Anna Simó, su portavoz, tachó de “gravísima e indigna” la actitud de Jordi Pujol e instó a Artur Mas a retirarle todos los privilegios de expresidente. Al final, el desenlace previsto se precipitó.
La explicación de Artur Mas
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, confirmó este martes 29 por la mañana que el expresidente Jordi Pujol renunció a los cargos honoríficos en CDC y la coalición CiU así como a todos los privilegios por ser expresidente.
No fue necesario el choque. Artur Mas reveló que Jordi Pujol le adelantó su decisión en la mañana del pasado viernes. Ni pensión, ni despacho, ni coche, ni chófer. El expresidente rompe con todo e incluso con Barcelona y Cataluña con un exilio inevitable.
Artur Mas, con una mezcla de pena y frustración, expresó su estado de consternación. Mostró lo que calificó de "pena y compasión" hacia quien calificó como su "padre político". "Siento un gran dolor personal y como presidente del país, pero es lo que hay, el expresidente Pujol ha puesto las cosas muy fáciles", dijo.
"Es una persona que ha trabajado toda su vida por este país y quiere seguir ayudando, está poniendo las máximas facilidades", sentenció Mas. Cerró así su peor crisis antes de viajar este miércoles a Madrid. En este escenario de desastre, y tras la ruptura definitiva, Mas situó a Jordi Pujol en el juicio de la Historia. "Tendrá sus claros y sus oscuros, también sus activos", señaló sabiendo que otros en su propio partido no son tan indulgentes.