El impacto positivo que tienen las nuevas tecnologías es algo que nadie puede dudar. Sin embargo, también hay otro lado amargo que a muchos preocupa. Este apartado no es otro que la privacidad. Los nuevos casos de malware, fallos de seguridad y demás vulnerabilidades dejan al descubierto los temores de algunos usuarios.
Android tiene fama de ser una plataforma insegura, algo intrínseco a su estatus de sistema de código abierto, pero hay formas de hacerla un poco más segura. Sin embargo, varios expertos aseguraron que hay una serie de trucos para aquellos a los que les da miedo la recopilación de datos, el espionaje de páginas y los datos más íntimos.
A estas alturas la mayoría de usuarios lo tiene claro, pero todavía hay quien sigue sin proteger su smartphone con un simple código o patrón. Es muy importante si se quiere evitar que cualquiera pueda ver lo que el terminal esconde dentro. Android ofrece varias opciones para proteger el terminal, las de PIN y patrón son las más populares, pero no son las más seguras. Los sensores de huellas dactilares que tan de moda se están poniendo son la opción más segura.
Si al usuario en cuestión lo que le preocupa es que se puedan interceptar los datos, el cifrado es la mejor opción. Lo que hace esta herramienta es encriptar los datos para que sólo puedan ser leídos si se tiene el código de acceso. El terminal pedirá la contraseña o PIN cada vez que se inicie cuando el cifrado está activado.
Las conexiones VPN (Virtual Private Network) son la solución para mantener en secreto las webs que visita y otra actividad online que realiza con el móvil. Lo que hace es conectar a un servidor que después se conecta con la web de destino, consiguiendo que sean anónimos y no puedan saber qué se ha visitado.
Este sistema se suele usar a menudo para evitar restricciones territoriales en servicios como Netflix y resulta bastante efectivo, pero también tiene sus inconvenientes. Mientras se navega a través de un VPN la conexión se ralentiza y además no guarda las contraseñas.
Aunque activemos todas las opciones anteriores, las aplicaciones son las responsables de la mayoría de fallos de seguridad, por lo que el usuario debe estar informado e incluso leer las condiciones de los servicios que usa. Por último, pero no menos importante, también la localización. Pese a que la gran mayoría la tiene encendida todo el tiempo, es importante apagarla cuando no se utilice.
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