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Francisco y Benedicto XVI bajo todas las luces. (Foto: @VaticanNewa)

EL CARDENAL TAGLE

Ciudad del Vaticano en alarma por la salud de los papas Francisco y Benedicto XVI

Un clima de precónclave en Ciudad del Vaticano. Se avanza hacia un escenario de la muerte de Benedicto XVI y la retirada de Francisco por incapacidad. 2023 puede ser un año clave. En la escena de papables, emerge la figura del cardenal filipino Luis Tagle.

Hechosdehoy / Mario Martínez García

El papa Francisco pidió rezar por su predecesor, Benedicto XVI. Instó a orar por el papa emérito, para “que Dios lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia, hasta el final”.

Francisco reveló que Benedicto XVI, de 95 años, está “muy enfermo”. “Me gustaría pedirles a todos que recen una oración especial por el papa emérito Benedicto, que en silencio está apoyando a la Iglesia. Para recordarlo, porque está muy enfermo, pidiéndole al Señor que lo consuele y lo sostenga, en este testimonio de amor a la Iglesia, hasta el final”, dijo el Papa en su audiencia general del miércoles.

El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó que tras la audiencia el papa Francisco acudio a vivistar a Benedicto XVI en el Mater Ecclesiae.

“Respecto al estado de salud del papa emérito, por quien el papa Francisco pidió oraciones al final de la audiencia general de esta mañana, puedo confirmar que en las últimas horas se ha producido un agravamiento debido a la edad avanzada. De momento, la situación sigue bajo control, vigilada constantemente por los médicos”, anunció Bruni.

El alemán Joseph Ratzinger, renunció al pontificado en febrero de 2013 y desde entonces vive en el convento Mater Ecclesiae en el interior de Ciudad del Vaticano.

Su salud, debido a la edad, es muy frágil, pero su mente aún funciona muy bien como ha explicado en varias declaraciones su secretario personal Georg Gänswein. Aunque las declaraciones del papa Francisco hacen pensar en un agravamiento de sus condiciones de salud.

Benedicto XVI se convirtió en el primer papa en renunciar en seis siglos, y desde entonces ha vivido prácticamente retirado del foco público. En 2013 mencionó precisamente su declive físico como una de las razones por las que decidió renunciar. Pero otras han permanecido ocultas.

En abril, el que fuera durante años su secretario, el arzobispo Georg Gaenswein, dijo a Vatican News que el papa emérito se encontraba “relativamente débil”, aunque “de buen ánimo”. Gänswein, quien fue su histórico secretario y continúa siéndolo ahora y se ocupa de todas sus gestiones, concedió una entrevista a la revista italiana Oggi en la que explicaba que el papa alemán está “débil en lo físico, pero la cabeza siempre le funciona muy bien”.

Y que le ayuda ser “metódico” en su día a día, concelebrando la misa a la 7:30 para después escuchar música en su sofá y que incluso “ha retomado su habitual paseo por los Jardines

En las últimas fotos de Joseph Ratzinger se solía ver en silla de ruedas paseando por los jardines vaticanos siempre de blanco y ataviado con una gorra para protegerse del sol.

La última foto que se tiene del papa emérito es de marzo de este año se le entregó en su residencia el volumen VIII/1 de su Opera omniaLa Iglesia, signo entre los pueblos, editado por la Editorial Vaticana y aparecía sentado en un sillón rodeado de sus invitados.

El 13 de abril, el papa Francisco visitó a su antecesor, Benedicto XVI para saludarlo por su cumpleaños y mantuvieron una “breve y afectuosa” conversación y rezaron juntos, informó entonces la anta Sede en un comunicado.

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