Tras una primera ronda, Felipe VI retomó este miércoles la ronda de consultas con los partidos con representación en el Congreso. Tras la visita del PNV, de la que ya habló Hechos de Hoy, le tocó el turno a la portavoz de En Marea.
Alexandra Fernández comunicó a Felipe VI su negativa a "un gobierno conservador" del PP. "Rajoy es el candidato ni-ni: ni gobierna ni llega a acuerdos para gobernar", sentenció Fernández, que criticó el "inmovilismo" del PP que "le inhabilita para llegar a compromisos". "Así es difícil que llegue a formarse un gobierno", indicó.
La diputada gallega, cuya formación concurrió en las elecciones en confluencia con Unidos Podemos, urgió al PSOE a abandonar su posición "cobarde" e "inmovilista", y que conduce a que se produzca una repetición electoral más, y comience a explorar la alternativa de un gobierno de izquierdas.
En cualquier caso, Fernández manifestó que "hoy en día nadie descarta absolutamente nada" sobre el futuro de las negociaciones. Fernández también explió al Monarca por qué En Marea reclama un grupo parlamentario propio en el Congreso.
En su opinión, "se está haciendo un juego partidario de las reglas del Congreso" y, en alusión a la posibilidad de que la antigua Convergència logre grupo propio, ha acusado a la Mesa de "incoherente".
Más tarde, se reunió con Francesc Homs, de Convergència, que ratificó su no a Rajoy "y a cualquier otro candidato del PP", en la primera y segunda votación. Con el PSOE, en cambio, están dispuestos "a hablar" para "construir una alternativa".
El diputado enfatizó que los ochos diputados de su grupo votarán "no" a Rajoy tanto en la primera como en la segunda votación del debate de investidura, si es que se celebra, o a cualquier otro candidato que presentara el PP. De la misma manera, tampoco se sumaría a una hipotética abstención conjunta de la oposición, porque reniega de una investidura a Rajoy, "vestida como sea".
Tanto el PNV como Convergència ya habían avanzado su rechazo a que Rajoy se mantenga en La Moncloa, al igual que Podemos y las diferentes confluencias territoriales con las que concurrió a las elecciones del 26-J, quienes, además continúan defendiendo que los números dan para que, en caso de fracasar el PP, se intente de nuevo un Gobierno progresista con el PSOE.