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54 AÑOS

Bruno Rodríguez en la izada de la bandera de Cuba en Washington

El apoyo de Barack Obama y Raúl Castro al momento difícil de la izada de banderas, primer en Washington y luego en La Habana. Rapidez política en los pasos pero muchas expectativas aún abiertas.

Hechosdehoy / I. R. F.
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El nuevo Herald, en su editorial, celebró el hito y avisó de los riesgos. "Un suceso histórico tiene lugar cuando Estados Unidos y Cuba abren simultáneamente sus respectivas embajadas en La Habana y en Washington. En esta etapa que recién comienza, Washington debe utilizar la mayor comunicación que ahora tiene con La Habana para tratar de mejorar la situación de los derechos humanos en Cuba y la forma en que el régimen trata a una oposición pacífica y numerosa", señaló.

Cuba y Estados Unidos, enemistados durante más de medio siglo tras el triunfo de la Revolución, han inaugurado una nueva era con el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas, rotas en 1961, y la reapertura de sus embajadas en La Habana y Washington.

Desde este lunes es formalmente efectiva esa restauración diplomática y con ello las hasta ahora secciones de intereses de ambos países se convierten en embajadas, lo que culmina la primera fase del histórico deshielo anunciado hace siete meses, el 17 de diciembre de 2014, por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.

Este mismo lunes, la bandera de Cuba volvió a ondear en su sede diplomática de Washington, con una ceremonia solemne que encabezó el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, que viajó junto a una delegación de 30 representantes de diversos sectores de la sociedad cubana.

A la ceremonia de Washington asistieron más de 500 invitados, entre ellos congresistas y representantes del Gobierno de EE. UU. como la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson, así como personas, grupos e instituciones del país norteamericano que han defendido el acercamiento entre ambos países.

En la isla, los cubanos pudieron seguir ese acto en directo a través de la televisión estatal, que ha preparado una cobertura especial para tal fin. Finalizada la ceremonia, Bruno Rodríguez, primer jefe de la diplomacia cubana que viaja oficialmente a EE. UU. desde 1959, se reunió a primera hora de la tarde en el Departamento de Estado con John Kerry.

En La Habana, Estados Unidos no realizó acto oficial alguno. Washington reserva esa ceremonia para la visita oficial a Cuba de John Kerry. El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, anunció  que viajará el próximo 14 de agosto a La Habana para izar la bandera en la embajada estadounidense en Cuba, en la que será la primera visita a la isla de un titular de Exteriores desde 1945.

“El 14 de agosto haré mi primer viaje como secretario de Estado a Cuba“, dijo Kerry en una conferencia de prensa después de reunirse con el ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, en el Departamento de Estado. Ese viaje de Kerry a la isla será el primero de un secretario de Estado de EEUU a Cuba desde 1945, hace 70 años.

Con la reapertura de embajadas, los hasta ahora jefes de las respectivas secciones de intereses, José Ramón Cabañas (Cuba) y Jeffery DeLaurentis (EEUU), pasarán a ser encargados de negocios mientras ambos gobiernos nombran a sus respectivos embajadores.

La recuperación de los lazos diplomáticos entre Cuba y Estados Unidos abre ahora el camino hacia la normalización total de sus relaciones donde todavía persisten importantes diferencias y obstáculos, el más destacado el embargo de Washington contra la isla.

Raúl Castro y su gobierno han advertido en reiteradas ocasiones que no podrá haber relaciones totalmente normales mientras EE. UU. mantenga el bloqueo, cuyo fin depende del Congreso norteamericano, si bien la isla insta a Obama a que haga uso de sus facultades ejecutivas como presidente para desmantelarlo.

En ese camino hacia la normalización diplomática, La Habana también reclama a Washington que devuelva el territorio que ocupa la Base Naval de Guantánamo, en el oriente del país.

Otra de las demandas de la isla son el fin de las transmisiones radiales y televisivas “ilegales” hacia Cuba y el cese de los programas para promover la subversión y un cambio de régimen.

Otros asuntos pendientes en el diálogo bilateral son los derechos humanos, telecomunicaciones, así como los reclamos de compensación económica de ambas partes y la solicitud de Washington de extraditar a algunos fugitivos buscados por la Justicia estadounidense. En el Caribe, como destacó Hechos de Hoy, República Dominicana observa con atención los rápidos pasos que se están dando de este histórico fin de la Guerra Fría.

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