Confusión sobre lo ocurrido con el USS Carl Vinson que supuestamente se dirigía hacia Corea y en realidad tomaba el rumbo contrario desde aguas de Singapur. Imagínense que hay un conflicto grave y nadie acude. Pues eso es lo que ha ocurrido antes de que el mandato de Trump en la Casa Blanca cumpliera sus primeros 100 días.
El portaaviones estadounidense USS Carl Vinson, que de acuerdo a declaraciones oficiales del Gobierno de Estados Unidos navegaba hacia la península coreana en medio de la creciente tensión, se encuentra en Australia. El presidente Trump y su administración ha vivido uno de los momentos más vergonzosos al descubrirse la mentira.
La Marina anunció el 8 de abril que se había ordenado a un grupo naval de ataque dirigido por el portaaviones USS Carl Vinson navegar desde aguas de Singapur hacia la península de Corea para disuadir a Corea del Norte de lanzar un eventual ataque. El secretario de Defensa, Jim Mattis, dijo el 11 de abril que el portaaviones, con 6.000 soldados y 60 aeronaves, se dirigía hacia la península y el presidente Donald Trump afirmó al día siguiente que se estaba "enviando una armada muy poderosa”.
Sin embargo, los buques permanecían frente a la costa de Australia como ha demostrado una foto de la Marina que situaba al portaaviones frente a la isla de Java este último fin de semana. Siete días después del anuncio a bombo y platillo se ha descubierto que no zarparán hacia el norte, a través del mar de Japón, hasta dentro de 24 horas y que no llegarán a la región antes de la semana próxima, como muy pronto.
Cuando se anunció el despliegue de la flota de ataque cerca de Corea, de hecho, esta flota navegaba en dirección contraria, hacia el Índico, para participar en una maniobras conjuntas con la marina australiana.