Aunque la palabra veneno puede relacionarse con algo totalmente negativo, lo cierto es que desde la comunidad científica aseguran que puede curar. Concretamente el veneno de las avispas, ya que según un estudio realizado por el Instituto de Investigación Biomédica, puede servir para tratar el cáncer de mama.
De esta manera, los expertos diseñaron una terapia basada en un péptido procedente del veneno de avispa para su uso potencial contra el cáncer de mama. "Este péptido tiene la capacidad de formar poros en la membrana plasmática celular, penetrar dentro de la célula y, finalmente, provocar su muerte, ya sea por necrosis o desencadenando apoptosis, una destrucción celular programada", comentó el autor principal.
Pese a ello, asegura que esta "potente arma natural" no se podría utilizar debido a su alta toxicidad e inespecificidad celular. Es decir, según explica el estudio, no solo dañaría a las células tumorales sino que también afectaría a las células sanas de la paciente afectada por el cáncer de mama.
Es por ello que los expertos diseñaron un medio para transportar el péptido o lo que es lo mismo la unión de aminoácidos, al tumor y hacer que se acumule de manera específica y controlada. “El sistema consiste en un polímero portador decorado con dos componentes: un péptido que se une a un receptor de las células tumorales y el péptido citotóxico del veneno de avispa”, explicaron.
Los experimentos conocidos como in vitro llegan a mostrar que la sustancia se distribuye de forma adecuada dentro de las células tumorales y provoca su muerte, mientras que las células sanas, como los glóbulos rojos, permanecen a salvo. Pese a que los resultados aún son preliminares, lo cierto es que para los científicos el siguiente paso es comprobar su eficacia en ensayos en ratones.
De hecho, son "muy optimistas" sobre que la investigación llegue a "buen cauce" y este sistema antitumoral pueda utilizarse en un futuro como terapia complementaria a las ya existentes.