“Repito hoy lo que dije hace un año cuando Rusia invadió Ucrania. La brutalidad nunca echará por tierra el deseo de ser libres”, señaló en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Insistió en que Ucrania “nunca será una victoria rusa”. “Nunca”, insistió después de que las autoridades estadounidenses hayan anunciado que están preparando un nuevo paquete de ayuda de unos 2.000 millones de dólares a Ucrania.
La nueva ayuda, que no sale de las reservas militares estadounidenses y que por tanto tardará varios meses en llegar a Kiev, incluye munición adicional para artillería y sistemas de cohetes Himars, así como drones, según informó el Pentágono en un comunicado.
Esta tampoco incluye otros equipos militares solicitados por el ejército ucraniano, como aviones caza y misiles de largo alcance.
Estados Unidos, primer donante de Ucrania, ya ha entregado o prometido más de 32.000 millones de dólares en diversos tipos de armamento a Kiev desde el inicio de la ofensiva rusa, el 24 de febrero de 2022, subrayó el secretario de Defensa, Lloyd Austin.
Otros aliados de Ucrania han desbloqueado más de 20.000 millones de dólares en total, precisó el funcionario.
Vladimir Putin “pensaba que las defensas de Ucrania colapsarían, que la determinación de Estados Unidos se debilitaría y que el mundo voltearía la mirada. Se equivocaba”, agregó Lloyd.
“Un año después, los valerosos defensores de Ucrania no se han debilitado, tampoco nuestra determinación de apoyarlos por el tiempo que sea necesario”.
A lo largo de meses, los estadounidenses han escalado su asistencia militar hacia equipos más pesados y sofisticados. Al inicio misiles antitanque, luego baterías de artillería de precisión, blindados ligeros, y finalmente tanques pesados Abrams.
Durante una visita sorpresa el lunes a Kiev, Biden anunció otro tramo de ayuda por 500 millones de dólares, en especial municiones de artillería y sistemas antiblindaje tomados de las existencias del ejército estadounidense, y por tanto disponibles rápidamente.
La invasión ilegal de Rusia a Ucrania cumple este viernes un año, en la que la exrepública soviética opuso una encarnizada resistencia a las tropas rusas e infligió, con respaldo occidental, inesperados reveses a las fuerzas de Vladimir Putin.
Los rusos entraron en Ucrania el 24 de febrero de 2022, dando inicio al peor conflicto en suelo europeo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Doce meses después, numerosas ciudades ucranianas quedaron en ruinas, una parte del país vive bajo ocupación rusa y el balance de muertos y heridos en cada bando supera los 150.000, según estimaciones occidentales.