Zinedine Zidane podría dejar el Real Madrid tras el hito cumplido de haber ganado la Liga. Esta vez no será una crisis imprevista ni secreta. El entrenador, que es hombre comedido en sus juicios, no admite ya la chulería de Jonathan Barnett ni de Gareth Bale.
Precisamente la crisis del FC Barcelona y la salida de las vacas sagradas apoya las posiciones de Zizou. Bale sólo podría seguir en el Real Madrid con un sueldo radicalmente diferente y como jugador incluso para la filial del equipo. Zizou no contermpla otras opciones.
Si Florentino cede ante Barnett, Zizou lo consideraría una burla y desprecio al resto del equipo sacudido por la crisis del coronavirus y conscientes de que el equipo debe dar un ejemplo moral a una sociedad devastada por el derrumbe económico, el crecimiento de paro y situaciones económicas que alarman a miles y miles de familias.
La única salida será el regreso del jugador al Tottenham de Mourinho o su traslado a la Serie A (Italia) o Estados Unidos. O escenarios diferentes que podrían incluso abrirle una nueva carrera deportiva en el golf.
En sus dos últimos años su contrato sobrepasa los 15 millones de euros netos. Al Real Madrid le supone 30 millones (brutos) al año. Para Zidane es el momento de poner fin a esta situación, a la rebeldía del jugador, a respetar a sus compañeros y a que cese su burla al escudo del Real Madrid. Ya es insólito que el jugador sólo entrene para jugar con su selección.
Atención a esta crisis que es una bomba superior a la posible salida de Leo Messi del FC Barcelona. Si Florentino no actúa y zanja este asunto, Zinedine Zidane podría dejar de ser el entrenador del Real Madrid pero dejando una relación de amistad con el presidente. Ya no es una crisis deportiva sino moral y ética. La imagen de Bale en el banquillo con sus bromas y su río de millones de euros es una burla y desprecio a la hinchada que ha acabado por estallar.