Si alguien con las entradas para semifinales decidió no ir este viernes al Barclaycard Center, ni ama el baloncesto y desde luego se estará arrepintiendo durante toda su vida. En un último cuarto memorable, con 68 puntos en total, Francia estuvo a punto de hacer la “machada” con un parcial de los que quitan el hipo, 39-29, después de un encuentro que llevó por detrás desde el principio, pero que acabó en una justa victoria de Serbia (85-90).

No vimos a la Serbia de la primera fase, que tan sólo ganó a Irán y Egipto, sino la que viene arrasando en octavos (Grecia, invicta hasta ese momento), cuartos (pasando por encima a Brasil) y Francia, que venía de eliminar a España, pero que demostró, menos por la casta y descaro del último cuarto, que tenía serias carencias.

Fue una victoria del colectivo, perfectamente liderado por su entrenador, un enorme Djordjevic y comandada en el campo por Milos Teodosic, autor de 24 puntos, y que no se arrugó ni cuando se sentía el aliento de Francia en el cuello.

Serbia empezó fuerte y ya en el minuto 9 lideraba por 10-20. Un triple de Nico Batum enorme en todo el partido y una canasta de Gobert maquillaron el primer parcial que ya tenía color serbio (14-20). Pero Teodosic quería protagonizar el mayor hito de Serbia en baloncesto desde la desaparición de Yugoslavia y perfectamente secundado por Raduljica destrozaron la pintura francesa mostrando todas las debilidades en defensa de Francia y haciendo más vergonzosa la derrota de España de hace dos días.

A partir de ese momento, y hasta llegar al descanso, la ventaja empezó a fluctuar, pero siempre en una franja entre 13 y 18 puntos, la máxima que llegó a tener Serbia en los primeros 20 minutos (25-43. Francia conseguía réditos y no despegarse del partido a base de empezar a dominar el rebote pero los de Djordjevic seguían teniendo a Teodosic, que cerró su colosal primera parte con 18 puntos.

El tercer cuarto redujo la anotación, parecía que el partido iba a ser más físico y de control, pero erar un error, quedaba lo mejor por llegar. Batum seguía manteniendo a flote a Francia y Nenad Krstic dejaba destellos de calidad, el cierre del tercer cuarto con un colchón de 15 puntos a favor de Serbia parecía definitivo, pero los de Vicent Collet arriesgaron en un recital impresionante que los balcánicos aguantaron lo mejor que pudieron.

Con una menor tensión en defensa por parte de Serbia, tres triples de Batum, Diaw y Fournier, llevaron el partido a un margen de cuatro puntos (61-65, min.35) que les metió definitivamente en la lucha por el partido. Djordjevic, que a diferencia de Orenga sí sabe para que sirven los tiempos muertos, reaccionó y los suyos se activaron. Francia, se encomendó en Batum, que finalizó su gran segunda parte con 25 puntos -35 en total en el partido- pero en el otro lado, Kalinic y Bjelica no se arrugaron y con una Francia cargada de personales, fruto de la mayor presión, mantuvieron a flote al equipo serbio para acabar ganando el partido.

El domingo, ante Estados Unidos, podrá pasar cualquier cosa, pero de momento Serbia nos ha hecho disfrutar de última fase de clasificación espectacular y de lo bello que es el baloncesto.