Estuvimos a punto de ver dos sorpresas en los primeros encuentros de octavos en Madrid y Barcelona, pero al final nos quedamos con una. Una gran Serbia, con toda la artillería, contra una desconocida Grecia acabó en victoria clara de los primeros por (90-72).
Los serbios estuvieron por delante casi todo el partido, pero no fue hasta el cierre del tercer cuarto cuando abrieron hueco (+11) para sentenciar en un formidable cuarto periodo, sólo enturbiado por una falta antideportiva de Bjelica ante Bourousis que tenía que ver más con rifirrafes pasados que con lo ocurrido en el partido.
Grecia, invicta en la primera fase, llegaba como clara favorita ante una Serbia que sólo había podido ganar en la primera fase a Irán y Egipto. Pero a diferencia de la primera fase, Djordjevic utilizó toda su artillería y apostó fuerte por el partido. En la primera mitad, Calathes, Zisis y Printezis mantuvieron a Grecia en el marcador pero con sensaciones de enormes desequilibrios. Bourousis fue claramente superado en la pintura por Raduljica muy bien acompañado de Krstic y Kalinic, mientras que Bogdanovic empezaba el bombardeo desde posiciones exteriores.
Los errores griegos posibilitaron abrir una brecha insalvable en el ecuador del último cuarto (80-60) y confirmar el desastre heleno, que desde perder la final del Mundial de 2006, no levantan cabeza en los campeonatos.
Valanciaunas conduce a Lituania a la victoria
En el primer partido de la tarde en el Palau Sant Jordi, Lituania salvó una situación más que complicada ante Nueva Zelanda. La gran actuación del pívot de los Toronto Raptors, Jonas Valanciunas, fue fundamental para evitar la sorpresa de la eliminación de la selección que consiguió la medalla de bronce en el pasado Mundial de Turquía y vigente subcampeona de Europa, a manos de una dura Nueva Zelanda (71-76).
Nueva Zelanda nunca perdió la cara al partido, ni se rindió, pese a ir a remolque por detrás en todo, y a punto estuvo de dar la sorpresa de la mano del escolta Corey Webster, máximo anotador del encuentro con 26 puntos. Los bálticos arrancaron con más determinación que su rival, muy serios en defensa y en ataque de la mano de Motiejunas y Valanciunas, consiguiendo abrir una primera brecha de 7 puntos (5-12, min.6) que se fue haciendo más amplia de la mano de Vasiliauskas, Pocius y Darjus Lavrinovic para cerrar el primer cuarto con un 9-23 puntos.
Pero si los lituanos se las prometían felices se equivocaron. De la mano de Fotu y Corey Webster, los oceánicos empezaron a plantar cara especialmente desde la línea de 6,75, para acabar imponiéndose parcialmente en el segundo cuarto. El tercero fue incluso mejor para los neozelandeses, que apretaron los dientes en defensa y empezaron a dominar el rebote, acercándose a un 50-58 en el tercer cuarto y a que los jugadores lituanos les empezarán a temblar las muñecas.
Nueva Zelanda se puso por primera vez por delante (59-58, min.33) y Kazlauskas tuvo que pedir un tiempo muerto mientras en los seguidores lituanos, mayoría en el Sant Jordi, no podían creerse lo que estaban viendo. Afortunadamente para Lituania, Valanciunas irrumpió de nuevo en el encuentro con enorme autoridad para adueñarse del rebote ofensivo, cargar de personales a los pívots rivales y anotar seis tiros libres sin fallo para volver a poner por delante a su equipo (63-65, min.37). Corey Webster, siguió intentándolo para Nueva Zelanda pero el oficio de los lituanos fue suficiente para controlar los últimos minutos del partido.