Arrancó una jornada eletoral clave para España seguida con alta expectación internacional.
Pedro Sánchez fue recibido con gritos de “¡presidente, presidente!” por un grupo que el PSOE preparó en el colegio electoral del Colegio del Buen Suceso de Madrid pero no pudo evitar después los insultos y las descalificaciones.
El presidente del Gobierno y líder del PSOE acudió a votar junto a su mujer, Begoña Gómez.
En sus declaraciones a la salida del colegio electoral se pronunció con dureza sobre el “ruido, la descalificación y la crispación que trata de instalar una minoría”.
Lo dijo después de escucharse el grito de “¡que te vote Txapote!”, cuando compareció ante los medios. Sánchez respondió a los insultos diciendo que eso era “una pena”. “En una jornada electoral, en una democracia tan importante, tenemos a los intolerantes, la descalificación, el ruido, la crispación y el insulto”, señaló.
Pidió votar “olvidando esta intolerancia, este ruido, esta descalificación, esta crispación que tratan de instalar una minoría”.
A lo largo de sus mitines, Sánchez ha vivido una campaña plagada de incidentes obligando al servicio secreto de seguridad del presidente y a la Policía a blindar sus mitines y a pedir identificarse a los asistentes. La polémica le ha acompañado además por hacer una campaña a golpe de Falcon y en caravanas blindadas de coches.
El mitin de Segovia que fue el detonante de otros abucheos