Ni diálogo ni pacto. Imposible saber que sucederá en el Comité Federal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). En su vísperas, Pedro Sánchez lanzó su órdago final. Pasó al ataque total contra sus críticos.
No admitió preguntas. Fue una declaración que supuso además, de nuevo, un cambio de estrategia frente a los anteriores planes que anunció en la Cadena SER (ver en Hechos de Hoy, Comité Federal con incertidumbre y desafío de Pedro Sánchez).
Por primera vez, anunció que dimitirá si el Comité Federal de este sábado decide que el grupo parlamentario socialista se abstenga ante una nueva investidura de Mariano Rajoy. "Si el Comité Federal decide que hay que pasar a la abstención, no puedo administrar una decisión que no comparto", anunció.
El martes 27 avanzó que no dimitiría aunque no se aprobara su propuesta de celebrar de inmediato un congreso extraordinario. El viernes por la noche, horas antes del Comité Federal, rompió su silencio , anunció que dimitirá de inmediato y abandonará su despacho de secretario general “en funciones” si no tiene el respaldo a su plan. Se abriría así el escenario de una gestora
Advirtió que "la cuestión de fondo y el debate es la posición ante el Gobierno de Rajoy". "España no se merece cuatro años más de Rajoy, de un presidente que ha mentido, que con sus políticas retrógradas ha provocado desigualdad, pobreza y corrupción", aseveró.
"No sólo se decide si cambiamos el voto de los militantes por una gestora sino algo más importante, el rumbo del PSOE. Siempre he defendido la hoja de ruta del Comité Federal pero el que se va a celebrar mañana (sábado) puede cambiar esa hoja de ruta y cambiar a la abstención. Si el Comité pasa a la abstención, no puedo administrar una decisión que no comparto", recalcó.
No quiso preguntas ni debates. Se preparó para la batalla final que es incierta en el PSOE pero de enorme desgarro. Horas de convulsión y de desgarro.