Fin del curso político con la conferencia de prensa del presidente del Gobierno en La Moncloa.  Pedro Sánchez insistió sobre todo en el concepto de "un cambio de época". Lo que supuso a su juicio la operación Frankenstein (alianza del PSOE con Podemos y los partidos independentistas de Cataluña) para echar a Mariano Rajoy de La Moncloa.

Subrayó la encuesta del CIS como "una foto fija que nos anima a seguir adelante" destacando que "este Gobierno sí representa a la mayoría social de este país". Quiso responder así a las críticas a un Gobierno que no salió de unas elecciones, y a su extrema fragilidad en el Congreso de los Diputados.

En la larga conferencia de prensa, evitó responder a la derrota del Gobierno en la senda de estabilidad, antesala de los Presupuestos Generales del Estado de 2019. "Este Gobierno sale a aprobar los Presupuestos y la senda de estabilidad", destacó negándose a abordar otros escenarios como el de una nueva derrota que abriría un adelanto electoral.

Especial importancia en su comparencia fue el momento en que el presidente del Gobierno descaliicó a Pablo Casado tachándole de "extremista".

"Me preocupan algunas declaraciones extremistas que se están produciendo en las últimas semanas. Plantear desde partidos conservadores algunas afirmaciones para confrontar territorios o personas no es bueno", subraó.

"Lo que le dije a Casado es que hay que hacer oposición de Estado" porque "hay cuestiones que trascienden una legislatura como Cataluña, la inmigración o la cuestión de ETA y los presos de ETA. Lo que le pido a Casado es ser coherente con lo que ha hecho su propio partido". sentenció. Es decir le atacó por no asumir lo que Sánchez considera como políticas de Estado.

Pedro Sánchez tampoco quiso admitir su fracaso para exhumar los restos mortales de Francisco Franco de forma exprés. Primero lo anunció para el ms de julio. Ahora reconoció que no es posible en el mes de agosto. "Lo vamos a hacer muy pronto, muy pronto pero si hemos esperado 40 años esperad unos días", subrayó.

De la conferencia de prensa, queda definitivamente el mensaje y la evidenca de su rechazo a conversaciones con el PP y Ciudadanos en la cuestión clave de los Presupuestos. Y también la confirmación de que si recibió a Pablo Casado lo hizo solo con el proposito de humillar a Albert Rivera y Ciudadanos, el rival que le preocupa y que podría cambiar el actual escenario dibujado por el CIS.

Finalmente, anunció la creación de un mando único para controlar la inmigración y la presencia del Rey Felipe VI en el homenaje a las víctimas de los atentados de Barcelona.