Si quieres vender tu coche, te conviene saber cómo se produce la pérdida de valor de los vehículos para elegir el mejor momento en qué deshacerte de él. Aunque todos los automóviles se deprecian en el mismo momento en que son matriculados, no todos lo hacen de igual manera. A continuación te damos las claves para saber cómo se producirá la devaluación de tu coche.
Según las estimaciones de distintos agentes del sector automovilístico, la depreciación de un vehículo en sus primeras 24 horas de vida ronda el 15%. Es en ese momento en el que se produce prácticamente el total de la devaluación del primer año de vida, que se sitúa en torno al 18%. Posteriormente, la pérdida de valor se producirá a un ritmo del 10% durante los seis años siguientes.
Transcurridos los siete primeros años, la depreciación se ralentiza y se produce a un ritmo del 5% anual. Según estos cálculos, un coche comprado hace diez años valdría hoy un 87% menos de lo que se pagó por él.
Transcurridos los siete primeros años, la depreciación se ralentiza y se produce a un ritmo del 5% anual. Según estos cálculos, un coche comprado hace diez años valdría hoy un 87% menos de lo que se pagó por él.
Estos son, por supuesto, datos generales que varían en función de cada marca y modelo y también del uso que se le da a cada vehículo. Un aspecto crucial en la depreciación de los vehículos es el kilometraje, pues es precisamente el uso lo que más acelera la degradación de un automóvil.
En cuanto a marcas, las que menos se devalúan son las francesas y, sobre todo, las alemanas, sinónimo de garantía y de mayor durabilidad. Los modelos que más valor pierden son las berlinas y monovolúmenes, junto con los coches de lujo, y los motores que peor resisten el paso del tiempo, son los de gasolina. En cambio, los todoterrenos y los motores diésel son los que se deprecian más lentamente. También influye el número de unidades que han sido vendidas de un coche en concreto.
Aunque evitar la depreciación de tu coche es algo imposible, sí hay pequeñas cosas que puedes hacer para ralentizar su avance:
– realiza revisiones a menudo y asegúrate de que queden registradas en el libro de mantenimiento.
– escoge para tu coche un acabado de fábrica, una pintura metalizada y, si es posible, un interior que no sea demasiado claro.
– no compres un coche si hay rumores de que la marca sacará una revisión del modelo pronto; te conviene esperar.
