Rafael Correa se prepara para un momento importante de su liderazgo y prestigio como presidente de Ecuador. Quiere poner fin a la situación realmente excepcional del asilo político en Londres de Julian Assange -fundador de WikiLeaks (o Wikileaks)-. Envió a Londres a su ministro de Exteriores, Ricardo Patiño, para hacer un llamamiento a favor de los derechos de Julian Assange cuya salud se ha deteriorado en lo que es su cautiverio obligado de Londres.
En una conferencia de prensa junto a Julian Assange -ciudadano australiano, refugiado desde hace más de dos años por el cerco judicial en Suecia y Estados Unidos-, el ministro de Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, dijo que "ha llegado la hora" de liberarle y de que se respeten sus derechos humanos.
Julian Assange se refugió en la embajada de Ecuador en Londres el 19 de julio de 2012 para evitar ser extraditado a Suecia, donde la justicia le reclama por presuntos delitos sexuales que él niega. David Cameron le negó un salvoconducto. Le obligó así a permanecer en la Embajada de Ecuador en Londres. Julian Assange en el caso Wikileaks reveló cables de diplomáticos estadounidenses que pusieron en aprietos a gobiernos de todo el mundo.
En su conferencia de prensa, Ricardo Patiño dijo que detrás de este caso están en juego "el derecho a libertad de expresión y el derecho a denunciar delitos que los estados pudieran cometer, unos temas demasiado importantes para que no logren respuesta contundente y masiva de la comunidad internacional, en particular de los periodistas". Julian Assange, con una salud deteriorada, y una fortaleza mental que ha sido puesta a prueba, buscaría un fin pactado a la actual situación. Para Rafael Correa, asunto que destacó Hechos de Hoy, este asunto es tremendamente delicado desde el primer momento.