Máxima colaboración entre los servicios de inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido ante lo que comienza a calificarse de situación límite en Siria, un territorio al que Barack Obama se refirió en sus declaraciones a la CBS como la Zona cero del yihadismo.
La guerrilla de Estado Islámico (más conocida por sus siglas en inglés de ISIS) mantiene la presión sobre Kobane a la vez que ejecutó al rehén británico Alan Henning y apuntó a la siguiente víctima, el estadounidense Peter Kassig. Hay dudas ahora sobre si estos asesinaron han sido simultáneos o se están produciendo a medida que aumenta la presión.
Los servicios de inteligencia están divididos también sobre el poder ejecutivo de Abu Bakr al Baghdadi y su círculo de seguridad. Tanto en Washington como en Londres se admiten las grandes lagunas de información y la falta de una estructura de contactos sobre el terreno. Mantener una presión área no ha intimidado a ISIS ni modificado sus planes.
Frente a la respuesta planificada ante Al Qaeda y Osama bin Laden el tiempo devora todas las previsiones. El Ejército de Irak se hundió y perdió material pesado. ISIS cuenta con artillería pesada, blindados y armamento sofisticado que fue abandonado y también cedido en deserciones y huídas. En Siria es el caos total. En este escenario, en la zona de Raqqa, donde se estiman que están las posiciones centrales de ISIS, se habrían producido las ejecuciones. Se apunta al mismo verdugo, el siniestro equipo de filmación, e idéntica estrategia de comunicación de los vídeos. Pero no hay certeza.
La novedad dolorosa para Estados Unidos y sus aliados -y es asunto subrayado por analistas a Hechos de Hoy– es el grado de apoyos, por intimidación o adhesión, que está logrando ISIS en las zonas que domina en Siria y en Irak.
En Estados Unidos, en medios del Pentágono, se estarían evaluando nuevas opciones en la dolorosa crisis abierta por ISIS en Oriente Medio. Los servicios de inteligencia mantienen a la vez la prioridad sobre el pefil de Baghdadi, y su círculo de poder y seguridad. Su plan, que se considera menos sofisticado, no por ello aparece menos brutal que el de Bin Laden. se convirtió en el objetivo número uno de la lucha contra el terror en Oriente Medio en el que esta vez Estados Unidos ha implicado en primera línea a sus aliados árabes.