¿Cómo encontrar el punto medio entre el discurso de Mariano Rajoy y el de Alfredo Pérez Rubalca en el Debate sobre el estado de la nación? Las encuestas además en la Red, que apuntaron a una victoria del presidente del Gobierno, pueden ser sólo un espejismo. La verdadera estará en la abstención, o el voto a uno u otro candidato como castigo precisamente al contrario en los próximos comicios al Parlamento Europeo.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no ha logrado sumar en torno suyo un gran liderazgo político de consensos aunque Barack Obama así se lo elogió como destaco Hechos de Hoy. Alfredo Pérez Rubalcaba, herido desde el final del zapaterismo, tampoco le ha ayudado porque en juego está su vida política en un PSOE (Partido Socialista Obrero Español) que no ha logrado pisar suelo desde que el PP (Partido Popular) le aplastó en las últimas generales. El veredicto de este último cara a cara entre Rajoy y Rubalcaba lo sabremos dentro de dos meses, muy pronto, el 25 de mayo, el verdadero cabo de Hornos para PP y PSOE.
Respecto a la cuestión crucial de la relación de España con Cataluña, el presidente del Gobierno hizo una declaración relevante. "El referéndum de Cataluña no es legal, pero la Constitución puede ser reformada", señaló recordando a la vez que fue cambiada "en dos ocasiones" tras una amplia mayoría parlamentaria.
También fue importante en el Debate sobre el estado de la nación el momento en que el portavoz de CiU (Convergència i Unió) en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, pidió a Mariano Rajoy que se siente a dialogar con Cataluña si no quiere "una España amputada". Avisó que si no se llega a una "solución política", una "mayoría" acabará declarando de forma unilateral la independencia. "Apueste por el diálogo. Unos y otros tenemos que dialogar sin líneas rojas. Estamos a disposición del diálogo, aunque sé que eso implica ponerse en la posición del otro", reiteró en su llamamiento.
Al discurso del presidente del Gobierno siguió una respuesta durísima del líder de la oposición. Fue el momento del choque bronco entre quienes son dos diputados de puño y florete fino, que luchan sin miedo. De nuevo, la pregunta de quién ganó o perdió, y cómo se proyectará este cara a cara en los próximos y decisivos comicios.
Aunque sea pronto para las respuestas, el juicio de Rosa Díez, que puede convertir a UPyD (Unión Progreso y Democracia) en la tercera fuerza política, fue descarnado. Dijo que Rajoy tuvo "una superficialidad verdaderamente pasmosa" y criticó su rol desde hace dos años en España. "Minusvalora o niega su participación en el inicio de la crisis", y a la vez "sobredimensiona su papel" ahora que salimos de ella, señaló. Y sentenció su intervención como "entre el discurso del contable y el del político superficial".
Se comprende la aspereza de Rajoy con ella y la actual animosidad entre PP y UPyD aunque, muy posiblemente, tengan que convertirse en matrimonio político a la fuerza en próximos escenarios poselectorales a medio plazo. ¿Lo conseguirán o será más fácil una gran alianza de corte alemán entre los dos primeros partidos? Son las incógnitas que vienen.
