Cumbre de España y Portugal bajo la abdicación de Juan Carlos I en su hijo, Felipe de Borbón y Grecia. Desde el lunes es una actividad política sin tregua con sorpresa, emoción, y ahora mazazo.

A Mariano Rajoy no le gustó la abstención de CiU y menos aún los comentarios de Josep Antoni Duran i Lleida. Si otras cuestiones han sido discutibles, el presidente insiste en que es un momento central en la historia de España que no admite políticas pequeñas.

Se han juntado muchas querellas por ambas partes pero es un asunto en que el Príncipe, que habla catalán, se ha volcado para sumar y no restar, llamando a la prudencia en la cuestión de Cataluña. Va prestar mucha atención, pero ya sabe que la frialdad, y choque e irritación, entre Mariano Rajoy y Artur Mas llegó a su mayor intensidad. La decepción es aún mayor porque Rajoy esperaba comenzar la legislatura con Convergència i Unió (CiU) como su socio prioritario. La decepción no puede ser mayor.

Paralelamente a este desencanto -y también frustración, el presidente elogió la altura de Alfredo Pérez Rubalcaba. "Serio, ejemplar y con sentido de Estado", destacó augurando que "no tengo dudas sobre la posición del PSOE en las próximas fechas". Sin embargo la crisis de sucesión en el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) amenaza con contaminarse con la cuestión más delicada como es la abdicación del Rey. Rajoy sin embargo no duda del rigor de Rubalcaba y la centralidad del PSOE en este momento. Lo subrayó con especial énfasis en Vidago al término de la XXVII cumbre hispano-portuguesa y delante del primer ministro Pedro Passos Coelho.

Lo hizo además en contraposición a otras actitudes, en referencia muy expresa a CiU. Insistió en que lo "único que no me gustaría es que se hiciese política pequeña". Contestó además a los reproches de Duran asegurando que "el Gobierno de España ha actuado con transparencia, lealtad pero todo el mundo puede tomar las decisiones que tenga por conveniente".

Si se ha insistido y reiterado – y es asunto destacado por Hechos de Hoy– que la cuestión de Cataluña es asunto decisivo, la abstención anunciada por CiU es golpe duro para el Gobierno y su presidente, y motivo de seria reflexión para Felipe VI que tendrá que tejer e impulsar un clima de acuerdo y pacto entre PP, PSOE y CiU sobre Cataluña. Si había dudas, esa es la prioridad en los tiempos políticos como el paro es de los económicos.