No siempre tenemos que ser expertos para opinar, aunque claramente debemos escuchar a los que más saben si queremos movernos de posiciones que a veces están plagadas de estereotipos o claramente desfasadas. Sin ser consumidores de sensi seeds o especialistas, todos hemos opinado sobre el tema de la marihuana, y esto es sano, y necesario, porque probablemente sea un tema que de una u otra manera nos afecta a todos.

Tanto si lo consumimos de manera recreativa como si tenemos a alguien cerca que lo hace, como si nos interesa su vertiente medicinal, o simplemente nos parece un terreno de discusión en el que se juegan nociones tan importantes como libertad, legalidad e ilegalidad, o cuestiones económicas de peso.
 
Por eso es una buena noticia que la propuesta de legalizar el cannabis haya llegado a los partidos políticos. La propuesta defiende una regulación del consumo y la venta a través de los clubes, el autocultivo y la venta libre en establecimientos autorizados.
 
Por ahora, impedir el consumo no parece haber servido de nada ya que este se sigue produciendo de manera extendida y muchas veces sin las garantías sanitarias o legales pertinentes.
 
El texto, redactado por un grupo multidisciplinar de profesores de derecho, ciencia política, psicología y antropología, trabajadores sociales e investigadores, fue transmitido a representantes de los principales partidos políticos (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) en un curso de verano de la Universidad de Málaga. La perspectiva general del mismo podría resumirse en un cambio esencial: sustituir el régimen penal por un control administrativo sobre la producción y la distribución.
 
Se prevé que la producción y el procesamiento del cannabis, y también la producción y venta de semillas, estén sometidos a licencias, prestando a los usuarios toda la información necesaria sobre variedad, origen, fecha de recolección, índice de psicoactividad (relacionada con el índice de THC)  y concentración de principios activos del producto.
 
Lo que parece claro es que alejar de la luz lo que está sucediendo no hace que desaparezca, sino que las cosas sigan pasando de la peor manera posible.