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REGRESO DE PANAMÁ

Polémicas declaraciones de Francisco evitando reconocer a Guaidó

El Papa, en viaje re regreso de Ciudad de Panamá a Roma, tras varios días de silencio, explicó lo que dijo en el Ángelus del domingo y respondió a las preguntas sobre la crisis de los dos presidentes en Venezuela.

Hechosdehoy / Mario M. García / Ignacio R. Ferreiró
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El papa Francisco con Alessandro Gissoti como portavoz, tras dos dimisiones sonadas en Ciudad del Vaticano, y en momento crítico de la larga crisis de Venezuela. De manera abierta y clara, y polémica, afirmó que reconocer a Juan Guaidó como Presidente Interino de Venezuela "sería una imprudencia pastoral".

Gran repercusión en América Latina de las palabras del papa Francisco en un momento de profunda crisis en la Iglesia católica. Pese a contar en su entorno con asesores de pleno conocimiento sobre todos los ángulos del conflicto en Venezuela, el Papa ha dado la orden de no realizar ninguna mediación directa o indirecta. Lo dijo de foma pausada, y con voz grave, a bordo del avión de Alitalia en su conferencia de prensa. 

En Ciudad del Vaticano, hay personalidades venezolanas en primer plano: el actual secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin -que fue nuncio en Caracas-; Edgar Peña Parra, su número dos; y Arturo Sosa, el superior de los Jesuitas, también venezolano. Francisco, si quisiera, podría activar un rol muy importante en La Habana y Caracas. Pero no ha querido -o no se siente con fuerzas- activar ninguna iniciativa, rechazando además reconocer a Juan Guaidó.

Las respuestas de Francisco

A la pregunta de si el Vaticano respaldaría a Juan Guaidó como Presidente Interino de Venezuela, el papa Francisco respondió que "sería una imprudencia pastoral y haría daño ponerse de la parte de unos países o de otro".

"Yo apoyo a todo el pueblo venezolano, que está sufriendo. Si yo entrara a decir hagan caso a estos países, o a estos otros me metería en un rol que no conozco. Sería una imprudencia pastoral de mi parte y haría daño", dijo el Papa.

Insistió además que "si necesitaban ayuda" para solucionar este problema "que se pongan de acuerdo y la pidan".

Sobre sus palabras en torno a Venezuela en el Ángelus, el papa Francisco aseguró que pensó y repensó mucho lo que quería decir, y reiteró su deseo para Venezuela de "una solución justa y pacífica".

"Me asusta el derramamiento de sangre. Y en esto pido grandeza a los que pueden ayudar a resolver el problema. El problema de la violencia, a mí me aterra", afirmó el Papa recordando el ataque a la escuela de cadetes en Bogotá que definió de "terrorífico". En el momento en que el Papa volvía a Roma se conoció un nuevo, y dramático balance, de la situación en Venezuela con 38 víctimas en las protestas contra Nicolás Maduro y 850 presos políticos en tan solo una semana.

La carta de los expresidentes

A diferencia de Juan Pablo II (el motor de formidables cambios políticos en Polonia, la Europa del Este y en la Unión Soviética), el primer Papa latinoamericano no ha querido visitar su país natal, Argentina. Tampoco ha decidido mediar al agravarse la crítica situación en Nicaragua. Y mucho menos en la de Venezuela.

En la última Navidad, Francisco pidió que reinara la "concordia" en Venezuela. Fue contestado por 20 ex presidentes latinoamericanos en una carta publicada en El Nacional de Caracas con las firmas, entre otros,  del argentino Fernando de la Rúa, el uruguayo Luis La Calle, el chileno Eduardo Frei, los colombianos Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, y los mexicanos Felipe Calderón y Vicente Fox.

Los ex presidentes enfatizaron que los venezolanos son "víctimas de la opresión de una narco-dictadura militarizada, que no tiene reparos en conculcar de manera sistemática los derechos a la vida, a la libertad y a la integridad personal". 

Reflejaron además la disconformidad ante el pronunciamiento del Papa. "Nos preocupa el llamado de Su Santidad a la concordia, ya que, en el contexto actual, puede entenderse ello como un pedido a los pueblos que son víctimas para que se acuerden con sus victimarios", subrayaron.

A diferencia del papa Francisco, la Conferencia Episcopal Venezolana ha calificado al régimen de Nicolás Maduro de "ilegítimo e inmoral". Y le han  además calificado de "ilegítimo y moralmente inaceptable" para ocupar la presidencia.

El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, José Luiz Azuaje Ayala, ha denunciado también el "deterioro humano y social en la población y en las riquezas de la nación". En noviembre de 2018, José luis Azuaje Ayala declaró en Alemania que Venezuela sufría una "escalada de intolerancia" en medio de "una situación límite de desplome y colapso".

 

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