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EL SALTO A 2013

Partido Republicano y Partido Demócrata sin pacto en Estados Unidos

El acuerdo se rozó con los dedos. Sin embargo, demócratas y republicanos no pudieron evitar el final de 2012 y el comienzo de 2013 sin un pacto formal que pudiera evitar el abismo fiscal.

Hechosdehoy / Hechos de Hoy / Jaime Soteras
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El punto final se escribirá muy pronto. Estados Unidos está a unas horas de distancia de pegar un frenazo a su crecimiento y castigar a la casi totalidad de sus ciudadanos con recortes de programas sociales y masivos aumentos de impuestos por la incapacidad de su clase política de llegar a un compromiso. Barack Obama es consciente del grave daño al que se enfrenta el país.

Los principales líderes del Senado norteamericano avanzan a trompicones hacia un acuerdo que evite una subida de impuestos, con la entrada en vigor del temido abismo fiscal mencionado en Hechos de Hoy, en una última jornada marcada por las concesiones de demócratas y republicanos y la intervención directa de la Casa Blanca.

Ambos partidos han expresado su optimismo sobre un pacto bipartidista, si bien las negociaciones a puerta cerrada han sufrido altibajos y corren peligro de descarrilar. El líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, cerró la última sesión en la Cámara Alta expresando su confianza en que se produzca algún anuncio este lunes a las once de la mañana (16.00 GMT).

Reid dejó claro que las negociaciones continuarán entre ambos partidos. La meta, en esas 13 horas restantes, es impedir un alza en los impuestos que afectará a los bolsillos de todos los estadounidenses y recortes fiscales que golpearán los programas federales, incluyendo el Pentágono. Según los expertos, eso sumiría al país en una nueva recesión en 2013.

"Aún existe una distancia significativa entre ambos lados, pero las negociaciones continúan. Aún hay tiempo de lograr un acuerdo", afirmó Reid, quien se manifestó "esperanzado, pero realista". Tanto Reid como el líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, han mantenido febriles negociaciones en las que incluso intervinieron, vía telefónica con ambos senadores, el presidente Barack Obama y el vicepresidente Joe Biden.

McConnell pidió la ayuda de Biden para destrabar las negociaciones, y Reid mantuvo estrechas consultas con Obama, quien ha responsabilizado a la oposición por el punto muerto en el diálogo fiscal. En el vaivén de ofertas, concesiones y recriminaciones durante todo el fin de semana, los republicanos han aceptado retirar su exigencia de recortar los beneficios del sistema de Seguro Social.

Las disputas que deben subsanarse

El senador republicano de Arizona, John McCain, reconoció que sería una mala idea recortar los beneficios con un método de actualización vinculado al índice CPI que, en realidad, reduciría los ajustes por el aumento del costo de vida. "El CPI tiene que eliminarse de la mesa porque no podemos ganar nada al contraponer los beneficios de los ancianos con los recortes tributarios para los ricos", dijo McCain.

A su vez, los demócratas han aceptado elevar de 250.000 a 400.000 dólares el techo de rentas por debajo del cual se prorrogarían las reducciones fiscales de la era del presidente George W. Bush, pese a que los republicanos prefieren que la prórroga se extienda incluso a los más ricos.

La estrategia de los demócratas es presionar para que los republicanos acepten recortar los impuestos para la clase media y aumentarlos para los más ricos. Los republicanos, por su parte, sostienen que los demócratas sólo buscan incrementar los impuestos "para financiar más gastos" y no para reducir el abultado déficit público.

Pero también hay disputas en torno al futuro de los impuestos sobre el patrimonio y la extensión de los subsidios extraordinarios por desempleo. Los recortes de impuestos al patrimonio, incluidos en el paquete de recortes impositivos instituidos durante la presidencia de Bush y que están a punto de vencer, tiene una alta carga política en Washington.

Esos impuestos al patrimonio han bajado de una tasa del 55% en 2001 a la tasa actual del 35% para inmuebles, acciones y otros bienes obtenidos en herencia, con exenciones tributarias que han subido de un millón a 5,2 millones de dólares. Los demócratas quieren regresar a los niveles del 45% de 2009, con exenciones de 3,5 millones, mientras que los republicanos quieren que se mantengan en la tasa actual.

Si no se logra un acuerdo, Reid prevé someter a votación una propuesta demócrata que prorroga los recortes tributarios para quienes ganan hasta 250.000 dólares y los subsidios de desempleo para dos millones de personas, y establece las bases para futuras negociaciones para la reducción del déficit.

Llegados a este punto, si no se encuentra una solución antes de que acabe el año, el inicio de 2013 será también el comienzo de una crisis económica en Estados Unidos, con las consecuencias que eso pueda tener en el resto de las economías del mundo. Si el abismo fiscal es completo, cerca de 600.000 millones de dólares se restarán casi de inmediato de la economía norteamericana y el país se verá condenado a la recesión.
 

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