Clima de alerta en torno al Estrecho de Ormuz, la entrada y salida al Golfo Pérsico, y el Estrecho de Bab El Mandeb, la salida del mar Rojo al océano Índico. Los dos estrechos son claves en la ruta de los petroleros de Arabia Saudí. En el Golfo Pérsico, en Bahréin, se halla una base fundamental para la V Flota de Estados Unidos.
Las sanciones de Estados Unidos a Irán, y la ruptura por parte de Donald Trump de los logros de Brack Obama, van a abrir una espiral de tensiones peligrosas en Oriente Medio. Las primeras alarmas se han encendido. El Pentágono está muy atento a los nuevos focos de tensión. Vigilancia extrema del Mando Central del Ejército de Estados Unidos, US Central Command.
Por el momento la respuesta y advertencia de Irán a Estados Unidos se centra en maniobras navales y ataques de sus aliados yemeníes en los estrechos de Ormuz y Bab El Mandeb.
En la zona del Estrecho de Ormuz, Irán está realizando maniobras militares con lanchas de asalto y lanzamisiles. Quuiere mostrar a Estados Unidos su capacidad real de bloquear el Estrecho de Ormuz. Justo en la zona de entrada al Golfo Pérsico que supone el 30% del petróleo transportado por vía marítima.
El Estrecho de Bab El Mandeb es también especialmente crítico. El tráfico marítimo de Arabia Saudi que sale de su costa al mar Rojo en dirección al océano Índico tiene que atravesar el punto crítico del estrecho frente a las costas de Yemen
Arabia Saudí ha suspendido el tráfico de mercantes a través de este estrecho ante los ataques de la rebelión huthi, aliada de Irán en el conflicto civil de Yemen. Los rebeldes han atacado dos petroleros saudíes.
El mar Rojo no solo afecta a Arabia Saudí. Es una vía de circulación de alto valor estratégico hacia el canal de Suez y las redes de oleoductos de Egipto e Israel y su conexión con el Mediterráneo. Si Irán decidiera bloquear el Estrecho de Bal El Mandeb, Benjamín Netanyahu ha advertido que Israel intervendría en el marco de una operación internacional.