Si Donald Trump tuviera que elegir como aliado único un gobierno de la Unión Europea, optaría definitivamente por el de Italia. Fascinado por el nacimiento del Gobierno del antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga (Lega Nord, Liga Norte) bajo el liderazgo de Giuseppe Conte y Matteo Salvini.
En la visita a Washington de Giuseppe Conte, Donald Trump alabó su "muy firme" política migratoria asegurando que "muchos otros países europeos deberían hacer lo mismo". "Estoy muy de acuerdo con lo que están haciendo con respecto a la inmigración y la inmigración ilegal, e incluso en inmigración legal", afirmó Donald Trump al recibir en la Casa Blanca al primer ministro italiano, Giuseppe Conte.
Donald Trump subrayó que el Gobierno de Giuseppe Conte"ha tomado un posición muy firme en la frontera", algo que "muchos otros países en Europa deberían hacer también". Criticó a la vez la ausencia de control fronterizo en Estados Unidos insistiendo en la necesidad de construir un muro con México para frenar la llegada de inmigrantes.
El Gobierno de Giuseppe Conte, impulsado por su ministro de Interior y líder de la ultraderechista Liga Norte, Matteo Salvini, mantiene una política de férreo control migratorio. Ha a cerrado sus puertos a las organizaciones humanitarias que rescatan a migrantes en el Mediterráneo. Las acusa de favorecer con su presencia el flujo irregular de personas y a las mafias en Libia.
El escenario en el Mediterráneo dio efectivamente un vuelco. La ruta de migrantes de Turquía y el pasillo de los Balcanes se cerró. Quedó bloqueado el camino de Libia. La gran presión se dirige hacia Marruecos. Si la Casa Blanca se interesa tanto por el estudio y seguimiento de estos flujos migratorios es por la obsesión de Donald Trump de levantar el muro en la frontera con México. Se ha convertido en la gran cuestión de su mandato.