Abierto en canal el gran debate en Alemania: ¿pudo o debió esforzarse más la canciller para elegir para su sucesión al mejor candidato tanto para Alemania como para la Unión Europea?. Es la gran polémica política entre los analistas.

Una sensación de vértigo político en Alemania al abrirse la última semana para las elecciones generales del domingo 26 que cierran el histórico, e inédito, liderazgo de Angela Merkel tanto en Berlín como en Bruselas -la sede de la Comisión Europea-.

Los analistas coinciden en los rasgos del nuevo escenario:

1. Un voto muy fragmentado.

2. Múltiples opciones  de coalición.

3. Necesidad de negociar un tripartito inédito.

4. Desplome de los partidos de masas.

Atención a que son unas elecciones cruciales para Alemania y para la Unión Europea.

Las encuestas, cambiantes, y en un país donde los debates en televisión nunca han sido decisivos, arrojan antes de la última semana el siguientes escenario:

– SPD: 25,4% (socialdemócratas)
– CDU/CSU: 21,1% (cristianodemócratas)
– Verdes: 16,1% (ecologistas)
– FDP: 11,5% (liberales)
– AfD: 11,3% (extrema derecha)
– Otros: 8,2%
– Die Linke: 6,3% (neocomunistas)

Las encuestas siguen dando como vencedor al partido socialdemócrata de Alemania (SPD). Olaf Scholz, el candidato de SPD a la Cancillería, continúa liderando la intención de voto con un 26% de los apoyos según los sondeos de Reuters y un 25% según YouGov.

Tras varias semanas de descensos continuados, el conservador Armin Laschet, sucesor de Angela Merkel, al frente de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y sus socios de la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), ha conseguido invertir la tendencia y escalar en los sondeos. Con dos puntos más que en las anteriores encuestas, Laschet lograría alrededor de un 21% de los votos, pero seguiría sin alcanzar a su rival directo.

Tras los dos grandes partidos del país se encuentran Los Verdes de Annalena Baerbock, que se mantienen en el 16%. El cuarto puesto estaría disputado en el 11% por el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), que cae con respecto a sondeos anteriores, y el Partido Liberal (FDP). Por último, La Izquierda (Die Linke) en el 6%.

Estas leves variaciones en los porcentajes no alteran el resultado general que se venía repitiendo en los últimos sondeos.

El socialdemócrata continúa como claro ganador en todas las encuestas, que le dan entre el 25 y el 26% de los votos. Además, Scholz es el candidato mejor valorado por los electores.

Según un sondeo de la televisión pública ARD (una encuesta muy reveladora), el 40% de los votantes se inclinaría por el candidato del SPD, actualmente vicecanciller y ministro de Finanzas, si el canciller se definiera por elección directa, lo que no es el caso. Apenas un 19% se decanta por Laschet, mientras que el 13% lo hace por Baerbock.

No obstante, si las urnas confirman este resultado en los comicios del próximo 26 de septiembre, Scholz necesitará los apoyos de otros partidos para poder hacerse con el cargo de canciller. Sería matemáticamente posible otra gran coalición entre conservadores y socialdemócratas, aunque ahora bajo liderazgo de estos últimos, algo que descarta el bloque de Laschet.

Las alianzas más viables para el futuro gobierno giran sobre los siguientes pivotes:

1. Una coalición entre SPD y Verdes, apoyada bien por liberales o por La Izquierda.

2. Sumaría la mayoría necesaria una alianza entre conservadores, verdes y liberales.

3.  Otras alianzas integrando a La Izquierda se dan por políticamente inviables.

4. La ultraderechista AfD está descartada como socio, de gobierno o externo, por el resto del espectro parlamentario alemán.