Martes 11 de respuestas sobre Cataluña. Artur Mas desvela su hoja de ruta. En el Senado, Soraya Sáenz de Santamaría fija la posición del Gobierno.
La intervención de la vicepresidenta refuerza de nuevo su figura. Mariano Rajoy aseguró que cumplirá íntegramente esta legislatura. Rechazó el rumor insistente de una agenda de comicios anticipados. Sin embargo la figura de Soraya Sáenz de Santamaría crece. Lo ho hará aun más si María Dolores de Cospedal es derrotada en los comicios autonómicos de 2015 y pierte la presidencia de Castilla-La Mancha.
El ala dura del Partido Popular -la nostalgia del aznarismo se podría decir- reclama dureza contra Artur Mas. Llegan incuso a acusar al Gobierno de dejación de funciones. Sin duda el partido está agitado al descubrir la doble tenaza en la encuesta del CIS de Podemos y Partido Socialista y desplome de la gigantesca mayoría absoluta -la mayor en la historia de la democracia-. En esta ofensiva contra el marianismo -que representa el objetivo de un partido de centro, centroderecha, la búsqueda de los logros del suarismo-, el presidente debería tomar la iniciativa, llamar a Artur Mas, desplazar a los radicales, y buscar salidas sin ultimátums.
Soraya Sáenz de Santamaría -como destacó Hechos de Hoy– trabajó en un escenario de después del 9-N buscando acercar posiciones entre PP, PSOE y CiU. Ha mantenido un hilo directo con Josep Antoni Duran Lleida. Pero las dificultades ahora son mayores y exigirán medir bien todos los pasos.
El domingo, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, afirmó que la consulta alternativa del 9-N fue un "simulacro inútil y estéril" que carece de cualquier tipo de validez democrática y que sólo sirvió para "exacerbar" la división entre los catalanes y tensar las relaciones políticas. El lunes, jornada festiva en Madrid, hubo silencio oficial.
Este martes, Soraya Sáenz de Santamaría acude al pleno del Senado para responder a la pregunta del portavoz de CiU en la Cámara, Josep Lluis Cleríes. Quiere que el Gobierno explique "si está dispuesto a abordar políticamente los problemas políticos en vez de dejarlos en manos del Tribunal Constitucional o de los abogados del Estado". Una pregunta pertinen con una respuesta que va a iluminar sobre próximos pasos.
