Neymar Da Silva Santos, el padre y representante del futbolista del FC Barcelona Neymar, declaró ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que el Real Madrid ofreció 150 millones de euros al Santos para fichar a su hijo aunque éste prefirió jugar en el conjunto azulgrana porque así su carrera tendría "una mayor proyección", según han informado fuentes de la acusación y la defensa presentes en la comparecencia.
El padre del futbolista, que declaró durante casi tres horas como testigo en la causa en la que se investiga el fichaje de su hijo por el FC Barcelona, defendió la legalidad de todas sus actividades como ojeador de jugadores y representante de Neymar, labor por la que percibía un 5% de todos sus ingresos.
También ha comparecido como testigo el director financiero del FC Barcelona, Néstor Amela, que reveló que el club ha provisionado, por indicación de sus asesores fiscales, otros 8,8 millones del presupuesto de esta temporada para afrontar las posibles responsabilidades y multas que podrían derivarse del procedimiento.
Esta partida se suma a los 13,5 millones de euros que el FC Barcelona pagó a Hacienda en febrero pasado en concepto de declaración complementaria para "saldar cualquier posible deuda" derivada del fichaje de Neymar.
De igual modo, ha defendido que la entidad culé tributó por todos los conceptos por los que debía hacerlo y que las cuentas en las que se aprobaron las operaciones que permitieron la incorporación de Neymar contaron fueron aprobadas con el aval de la auditora Deloitte.
Durante su comparecencia, en la que se ha mostrado muy tranquilo, según los abogados presentes en la sala de vistas, Neymar Da Silva Santos defendió que todas las retribuciones que percibió eran fijas y no variables y que algunos contratos como el de ´scouting´ (ojeo) de futbolistas, por el que percibió 800.000 euros, podrían ser rescindidos unilateralmente por el Barça.
Tras apuntar que su interlocutor en el club era el director de Fútbol, Raúl Sanllehí, el testigo se ha esforzado en defender la solvente estructura empresarial de su compañía, que cuenta con 43 empleados y un edificio de cuatro plantas en Brasil. En este sentido, comentó que su hijo era su "mejor producto", que llevaba trabajando en él desde el año 2006 y que antes de recalar en el FC Barcelona ya facturaba 17 millones de euros al año en concepto de derechos de imagen.
También ha considerado como "una mala gestión" del FC Barcelona los contratos, por valor de 7,9 millones de euros, que el club catalán abonó por los derechos de tres jugadores juveniles del Santos. El más caro de todos ellos, Víctor Andrade, por el que se desembolsaron 3,2 millones de euros, recaló gratis en el Benfica, mientras que Givanildo Pulgas acaba contrato en 2014, según ha explicado tras la declaración el abogado Felipe Izquierdo, que representa al socio querellante, Jordi Cases.