Rescatado en plena noche en Alepo y sentado sobre una ambulancia, la imagen de Omran Daqneesh, de cinco años de edad, reflejó en todo su dramatismo la guerra civil de Siria que se vive de forma devastadora desde 2011.
3,7 millones de niños han nacido en Siria durante la guerra según datos de Unicef. 8,4 millones, el 80% de los niños de todo el país, han sido afectados por la guerra. Los bombardeos, el hambre, y la desaparición de familias enteras, un escenario de muerte y miedo.
Según el observatorio del Reino Unido para los Derechos Humanos, próximo a la oposición siria, más de 14.700 niños han muerto desde 2011. La organización Save the Children en Alepo ha reiterado sus dramáticos llamamientos señalando que el 35 %de las víctimas son niños.
Alepo es la mayor ciudad de Siria con una población que ha llegado a 2.132.100 habitantes -el censo de 2004-. Se trata de la ciudad más poblada del país, y la zona cero del sufrimiento.
Omran Daqneesh, de cinco años, sobrevivió a los nuevos bombardeos en el barrio de Qaterji. El periodista sirio Mustafa al-Sarout, autor de las imágenes, confesó su terrible impacto al descubrir en Alepo a Omran en una ambulancia. Miembro del Aleppo Media Center (AMC), aseguró conmovido que representa lo que viven millones de niños en Siria.
De todas las batallas y bombardeos, Alepo se ha convertido en la ciudad mártir de Oriente Medio. Una situación que angustia al papa Francisco.
Se trata de combates desde hace cuatro años, una cruenta y dramática partida de ajedrez entre el Ejército leal a Bachar el Asad y todas las fuerzas opositoras. Alepo es el nudo gordiano por actuar como llave en las comunicaciones.
A mediados de julio las tropas de Asad, con la ayuda militar de Vladimir Putin, lograron el control de la carrera Castello, cercando a fierzas opositores y 250.000 civiles. A su vez los rebeldes devolvieron el golpe en el corredor de Ramusa, aislando a las tropas de Asad en el oeste y zonas habitadas por 1,2 millones de personas. Junto a Rusia, participan apoyando a Asad las milicias libanesas de Hezbolá y unidades de élite de la Guardia Republicana de Irán.
En las milicias opositoras, apenas hay presencia efectiva en Alepo del Ejército Libre Sirio (fuerzas moderas).
Las unidades que lucha contra Asad en Alepo están agrupadas sobre todo por milicias suníes bajo la bandera del Ejército de la Conquista, coalición liderada por el Frente de la Conquista de Levante, la formación que luchaba hasta ahora bajo la etiqueta de Frente Al Nusra. Tras romper con el yihadismo de Al Qaeda, son las milicias más preparadas en la lucha frente a la coalición oficialista de Siria, Rusia e Irán.
En los otros escenarios de la guerra civil de Siria, la batalla es contra Daesh (Estado Islámico, ISIS). Contra la guerrilla suní radical, que está cediendo terreno, participan también las milicias kurdas de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG). Forman parte de la Alianza Democrática Siria en la que combates grupos árabes suníes y turcomanos. Estos grupos están coordinados en cierta forman con las acciones de la alianza internacional contra ISIS. Pero son dos batallas diferentes en Siria, el drama e infierno de Alepo y la lucha contra ISIS.