La premio Nobel de Medicina italiana y senadora vitalicia Rita Levi-Montalcini falleció en su residencia de Roma a los 103 años de edad. Nacida en Turín el 22 de abril de 1909 en el seno de una familia judía, fue reconocida con el prestiogioso galardón internacional en 1986 junto a Stanley Cohen, por sus investigaciones sobre el crecimiento de las células neurológicas.
Tras conocer la noticia, el primer ministro italiano, Mario Monti, expresó su "profundo dolor y condolencias" y recordó a la investigadora que "ha dado esplendor a Italia y a la investigación científica con el premio Nobel", pero sobre todo quiso recalcar "el ejemplo" de una mujer "carismática y tenaz, que luchó toda la vida para defender los valores en los que creía".
Montalcini se doctoró en Medicina por la Universidad de Turín en 1936, con una tesis dirigida por el histólogo Giuseppe Levi, tras lo que trabajó en la Universidad turinesa hasta 1939. Durante la guerra vivió clandestinamente en Florencia y ejerció como médico de las tropas estadounidenses para, una vez finalizada la contienda, reincorporarse a la Universidad de Turín como ayudante del profesor Levi.
En 1947 se trasladó Estados Unidos, a la Washington University de St. Louis, donde ejerció la investigación y la docencia. Entre 1954 y 1960 trabajó junto al bioquímico estadounidense Stanley Cohen en la identificación del factor de crecimiento y un año después fundó en Roma un centro de investigación sobre el NGF (factor de crecimiento nervioso).
Su concepción de la mente
La neuróloga contribuyó de forma decisiva a esclarecer cómo crecen y se renuevan las neuronas, y siempre dijo que no quería seguir viviendo cuando el suyo dejara de funcionarle eficientemente. Las aportaciones científicas de Rita Levi-Montalcini han sido fundamentales para el mejor conocimiento de la fisiopatología del cerebro.
En 1969, tomando como base ese centro, se creó el Instituto de Biología Celular, del que ocupó la dirección. En 1986, la Academia de las Ciencias sueca les otorgó, a ella y a Cohen, el premio Nobel de Medicina. Fue además una mujer con muchas inquietudes humanas sobre el porvenir de los jóvenes, pues en 1994 creó una fundación que ha presidido hasta su muerte, dedicada a prestar ayuda para la educación, a todos los niveles, de mujeres jóvenes, especialmente en África.
Además, en 1993 se publicó su libro Tu futuro dirigido a los jóvenes, que dedicó a sus hermanas Nina y Paola “en recuerdo del porvenir que habíamos previsto y soñado juntas en nuestra lejana juventud”.