La peor masacre en treinta años ocurrida en Nueva Zelanda. Al menos 49 personas murieron este viernes en dos ataques terroristas contra los fieles que rezaban en dos mezquitas de Christchurch, ciudad de 350.000 habitantes en la costa este de la Isla del Sur de Nueva Zelanda. La policía detuvo a tres hombres y una mujer. Uno de los terroristas es un australiano de extrema derecha. De los detenidos en un primer momento, uno fue puesto en libertad al no estar implicado.

El terrorista autraliano retransmitió con una bodycam el comienzo de la masacre en directo en streaming a través de Facebook y publicó previamente en redes sociales un manifiesto de 74 páginas en el que explica las razones de los tiroteos. En él señalaba que se trata de un acto terrorista. El manifiesto incluía calificativos muy peyorativos contra los musulmanes. Emitió además desde su coche cómo se dirigía a la primera mezquita. "¡Qué empiece la fiesta!", se le oía decir mientras escuchaba a todo volumen el British Grenadiers March una marcha considerada "patriótica". Tanto Facebook como Twitter han bloqueado el acceso a este material.

En las imágenes se veía como irrumpía en la mezquita Al Noor, en Deans Avenue, Christchurch, a la 1.45 de la tarde. Allí abrió fuego indiscriminadamente contra los 300 fieles que se encontraban en la oración de los viernes. Según testigos, el atacante disparó incluso a niños.

Fue identificado como Branton Tarrant, un extremista de derechas de origen australiano y de 28 años, que vestía ropa de camuflaje, casco y chaleco antibalas. Sobre el chaleco, un sol negro, símbolo de extrema de derecha tomado de las SS. El hombre disparó durante al menos cinco o seis minutos, según testigos. "Todo estaba manchado de sangre", se lamentaban.

Más tarde se produjeron disparos en la mezquita de Linwood, en un suburbio de Christchurch. Todavía se desconoce si esta masacre la perpetró el mismo atacante. Según dijo el portavoz de la policía, se trata de "un ataque perfectamente planeado" durante al menos dos años.

De los 49 fallecidos, 7 se encontraban rezando en la mezquita de Lindwood y 41, en la de Al Noor. Hay además una veintena de heridos por arma de fuego, de los que 12 fueron operados y se encuentran en estado crítico.

La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, confirmó los datos en una rueda de prensa y dijo que el país está viviendo "el día más negro de su historia". La policía halló  explosivos en los coches de los detenidos. Este material ya fue desactivado. Ninguno de los arrestados estaba fichado por las fuerzas de seguridad. Según la primera ministra, entre las víctimas podría haber refugiados y migrantes.

Además, Ardern anunció que ha elevado el nivel de seguridad del mínimo en el que se encontraba al máximo nivel ante posibles nuevos atentados. Todas las mezquitas del país permanecen cerradas.

Sólo una pequeña minoría de los neozelandeses es musulmana, se calcula que unos 50.000, en su mayoría emigrantes de Pakistán y Bangladesh. La mayoría de los ciudadanos son cristianos. Nueva Zelanda cambió su legislación sobre tenencia de armas en 1992. Desde entonces rigen estrictas normas para la compra de armas semiautomáticas.