Es una situación de dos fuegos, de fuego amigo y de fuego enemigo. Tanto dentro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como del Partido Popular (PP) se apoya y se discute abiertamente la posición de sus líderes.
En el PSOE, Susana Díaz ya se ha pronunciado de forma abierta por el anuncio por una abstención que ponga fin a casi un año de bloqueo político tras dos elecciones generales. Javier Fernández busca razonar con argumentos de peso hasta el final. Y celebrar un nuevo encuentro con los diputados del grupo parlamentario socialista.
Ni siquiera, hasta este martes 18, se ha convocado de forma oficial el Comité Federal. En sus manos está la llave de esta larguísima crisis que se llevó por delante a Pedro Sánchez, el primero en caer. La preocupación, realmente obesión de Javier Fernández, es la de evitar un nuevo espectáculo en el Comité Federal y la escisión en el Congreso de los Duiputados.
La lucha de Mariano Rajoy es por su parte contra los duros de su partido que han querido marcarle la agenda. También los que intentan modelar el nuevo equipo de La Moncloa. La trama Gürtel desbordada, una "corrupción oceánica" como definió Javier Fernández, mostró la cadena de errores para atajar conductas inaceptables.
En el marco de la Comisión Conmemorativa del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca, Mariano Rajoy llamó a la prudencia. Es la misma que está mostrando Javier Fernández en todas sus acciones.
En el plano más positivo del actual momento -y es asunto destacado por Hechos de Hoy– los analistas coinciden en la importancia de la recuperación del diálogo político entre PSOE y PP. Nunca de debió de perder. Ahora existe un teléfono rojo que pasó a verde, está permanente activado. Como bien dijo Albert Rivera, la guerra fría y caliente sólo tenía un perdedor, el interés común.
Son días críticos de avances lentos. Serán importantes si alumbran un clima no sólo para la investidura sino también contemplando los miembres de nuevos consensos que son necesarios para los Presupuestos de 2017 y 2018, con la necesidad de crear empleo, riqueza y bienestar compartido.
Mariano Rajoy y Javier Fernández están remando en un mar infestado de tiburones. ¿Son aguas que también han sido agitadas en la distancia por Pedro Sánchez?