Las empresas españolas se encuentran entre las más optimistas de Europa de cara a 2016, según los resultados de la Encuesta de Perspectivas Empresariales en España y Europa, elaborada por Eurocámaras con la participación de la Cámara de Comercio de España. En concreto, Portugal y Rumanía encabezan el ranking, seguidas por Croacia, España y Lituania.
La encuesta recoge la opinión de más de 60.000 empresas europeas, de las cuales 3.208 son españolas. En tres de los cuatro parámetros analizados -ventas nacionales, exportaciones y empleo- los empresarios españoles esperan mejorar sus resultados en 2016 frente a 2015. En lo relativo a la inversión, sus expectativas son similares a las de este ejercicio. En los cuatro indicadores, la perspectiva de las empresas españolas es más optimista que la media europea.
A la luz de los datos de la encuesta, la Cámara de Comercio de España estima que la actividad económica se mantendrá dinámica a lo largo de 2016 y la tasa de crecimiento podría situarse ligeramente por debajo del 3%, cifra suficientemente intensa para que la economía española siga creando empleo.
Las empresas españolas son las segundas más optimistas en relación a las exportaciones, por detrás de Portugal, que lidera el ranking. Hungría es el país más pesimista respecto a sus ventas en mercados exteriores.
Las empresas hispanas se sitúan también por encima de la media europea en cuanto a ventas nacionales, concretamente en el 5º lugar del ranking de países con mejores resultados. Portugal, Croacia, Rumanía y Lituania anteceden a España, mientras que Austria, Chipre y Hungría son los países más pesimistas sobre la evolución de esta variable en 2016.
En materia de empleo, las empresas españolas esperan que su evolución sea ligeramente mejor en 2016, por encima de la media europea. Austria, Hungría e Italia vuelven a ser las más pesimistas sobre la evolución del mercado de trabajo y creen que destruirán empleo.
Por último, en inversión, las perspectivas en España son ligeramente peores que en 2015, aunque se mantienen por encima de la media europea. En Austria y Hungría se encuentran las empresas más pesimistas sobre la evolución de esta variable.
Por lo que se refiere a los condicionantes de la actividad empresarial para 2016, un 66% de las empresas señalan a la demanda nacional como el principal factor, seguido de los costes laborales para el 40% de los encuestados y el precio de la energía para el 30%. Las medidas de política económica son señaladas por el 25% de los empresarios y las condiciones de financiación por un 24%.