Domingo intenso de Francisco en su visita a Ecatepec tras un largo sábado en el que Francisco, el Papa que reza en español, trazó con energía los pilares de esta visita.
Francisco pidió al poder político y al poder religioso dejar la indiferencia y comprometerse en el rechazo, la denuncia y la lucha contra el narcotráfico: y la defensa apasionada de las comunidades indígenas (ver en Hechos de Hoy, La regeneración moral, el enérgico discurso de Francisco en México).
Enrique Peña Nieto, acompañado de Angélica Rivera, recibió con máximos honores a Francisco en el Palacio Nacional. Fue excepcional. Nunca se había tomado esta iniciativa. No sucedió ni en las visitas de Juan Pablo II ni en la de Benedicto XVI. El presidente describió al Papa como un líder "sensible y visionario", cuyas causas también son las de México. Adelanto que el país escuchará su "mensaje de aliento y esperanza".
Francisco está siendo muy activo desde el comienzo de esta visita. Pero también actuó antes. En entrevistas y mensajes cerró el paso a las especulaciones, desmontó expectativas de creyentes y no creyentes, y no se dejó intimidad en sus posiciones.
Podría ser este tejido de intereses el que lanzó el rumor que se extendió en redes sociales y medios, desmentido de inmediato por el padre Federico Lombardi. El Papa no está enfermo. El Vaticano lo desmintió de plano. Un tropiezo cuando se dirigía a rezar ante la Virgen de Guadalupe disparó el rumor. Era además el momento solemne de recogimiento ante la patrona de América Latina.
El padre Federico Lombardi, como director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, dijo que "la condición general es muy buena", aclarando además que Francisco "está muy contento" por el encuentro con el patriarca ruso, Cirilo I de Moscú, y su visita a México.
Explicó que quienes siguen las actividades del Papa "conocen muy bien que tiene algunos problemas de movilidad". Reconoció que "cuando hay escaleras es mejor ayudarlo, porque puede hacer un poco de fatiga, pero esto es lo único que hay". Subrayó que "con la edad es muy comprensible", pero aseguró que esto "no condiciona particularmente su actividad". Francisco "tiene la energía para hacer lo que desea actualmente", sentenció.
Homenaje y oración por los descartados
Ante la Virgen de Guadalupe, Francisco imploró por quienes han visto morir a un familiar en manos de sicarios, asesinos, mafiosos y corruptos. La narración de las apariciones de la Virgen al indígena san Juan Diego, canonizado por Juan Pablo II en 2002, origen del culto a la Virgen de Guadalupe, fueron el marco del Papa para hablar de aquellos “que no valían nada”.
“En aquel amanecer de diciembre de 1531 se producía el primer milagro que luego será la memoria viva de todo lo que este Santuario custodia. En ese amanecer, en ese encuentro, Dios despertó la esperanza de su hijo Juan (Diego), la esperanza de su pueblo”, dijo Francisco en su homilía.
Una esperanza “que sigue dando esperanza de los pequeños, de los sufrientes, de los desplazados y descartados, de todos aquellos que sienten que no tienen un lugar digno en estas tierras”.
Entre ellos, Francisco citó “el corazón sufriente pero resistente de tantas madres, padres, abuelos que han visto partir, perder o incluso arrebatarles criminalmente a sus hijos”. “María, la mujer del sí, también quiso visitar los habitantes de estas tierras de América en la persona del indio san Juan Diego” dijo el Papa. Subrayó “que de esa misma manera se sigue haciendo presente a todos nosotros; especialmente a aquellos que como él sienten que no valían nada”.