Paralizada Ciudad de México y pendiente todo el país desde la llegada de Francisco tras su histórica escala en La Habana (ver en Hechos de Hoy, Francisco y Cirilo I de Moscú sellan en Cuba la senda del diálogo).

Todo fue excepcional desde el primer momento con la atención del presidente Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera, para recibirle nada más descender del avión de Alitalia en una ceremonia masiva, y llena de emoción y alegría, en la zona del Hangar Presidencial del aeropuerto.  

Francisco vivió con alegría la ola de cariño desde que pisó el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) para una gira de seis días por cuatro estados de México, además de Ciudad de México. Una cerrada ovación y los teléfonos móviles encendidos con sus luces -junto a un torrente de música y bailes-  para recibirle en una visita que nadie duda estará llena de sorpresa y dejará un antes y un después en México.

Se estimó en más de 300.000 las personas que se agolparon en Boulevard Puerto Aéreo, Río Churubusco e Insurgentes Sur para dar la primera bienvenida a Francisco en un evento retransmitido en directo con movilización de canales de televisión y programas de radio. Es la séptima visita de un Papa a México desde 1979. Francisco recoge el testigo de Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Fueron 19 kilómetros desde su llegada a la Nunciatura Apostólica. Antes de retirarse a descansar, Francisco dejó su primer mensaje. Instó a otorgar el perdón a quienes nos han hecho daño.

"Les agradezco que estén aquí y les pido que recemos juntos, por aquellas personas que están enojadas, que tienen celos, envidia, para los que queremos, los que nos quieren, pero también para los que no queremos, los que no nos quieren y los que nos han hecho mal, a las que nos han hecho daño”, dijo Francisco desde la Nunciatura Apostólica, rompiendo por primera vez el protocolo pautado de su visita.

Ciudad de México es la residencia de Francisco además de concentrar la mayoría de las actividades este fin de semana. El domingo celebra una misa en Ecatepec, Estado de México (centro), y a partir del lunes viaja a Chiapas (sur), Morelia (Michoacán) y concluye su gira con una misa en Ciudad Juárez, Chihuahua (norte), en la frontera con Estados Unidos.