No podía ser de otra manera. Decisivo pleno en el Congreso de los Diputados sin Ana Mato en el banco azul del Gobierno. En la frenética jornada del miércoles, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como se señaló a Hechos de Hoy, tomó una medida drástica, pero dolorosa en el terreno personal. La ministra no necesitó ser cesada. Comprendió que el juez Pablo Ruz, y el final de la instrucción de la primera parte del caso Gürtel,  habían fin a su carrera política en el Gobierno, y en parte también en el Partido Popular.

Mariano Rajoy abrió la sesión en el pleno del Congreso de los Diputados anunciando un paquete de medidas anticorrupción que busca dar la respuesta más amplia, eficaz y duradera frente a esta lacra. Afirmó que "España no está corrompida, tiene algunos corruptos" y alertó del peligro de los partidos "salvapatrias de las escobas, cuyo único programa es barrer".

Recalcó que no hay que luchar contra "fantasmas", sino contra realidades y hechos objetivos, y que la corrupción generalizada no existe porque "ni España ni los españoles ni sus empresas y trabajadores están contaminados". "Si no pensara así no estaría aquí", porque parecería que "la corrupción sería invencible", afirmó, añadiendo que no está dispuesto a aceptar que la sospecha de corrupción recaiga sobre todos los políticos porque sería una "gravísima injusticia" y un error.

Fueron sus primeras palabras tras prometer a través de su perfil oficial en Twitter no defraudar con las medidas contra la corrupción. En el Congreso de los Diputados, gran expectación mediática tanto por las propuestas como por consecuencias de la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato.