Boris Johnson aceptó dimitir este jueves del cargo de primer ministro de Reino Unido que ejercía desde el 24 de julio de 2019.
"Boris, se acabó la partida". Fue el mensaje, trasmitido por su aliado del Brexit, Michael Gove, que advertía del desenlace final. El miércoles, ante el Parlamento, el premier reiteraba su voluntad de "seguir adelante", pero desde entonces el número de dimisiones no ha parado de crecer. Poco antes de confirmarse su dimisión más de 50 miembros del Gabinete habían publicado contundentes cartas pidiéndole al premier que se retirara.
Las últimas horas no han sido fáciles para el primer ministro británico, Boris Johnson. Desde el martes, un goteo incesante de dimisiones por parte de sus ministros y miembros del Parlamento lo mantenían en la cuerda floja. En marzo de este mismo año, el líder del Partido Conservador superó una moción de censura interna, pero los resultaros dejaron claro el descontento del 41% de los parlamentarios tories con su gestión y sus constantes escándalos.
Su sucesión va ser una batalla dura y áspera en el Reino Unido. Suella Braverman, la abogada general del Gobierno (la máxima asesora legal de Downing Street), ha dado el primer paso. Elaboró para Johnson los informes que justificaban la ruptura unilateral del Protocolo de Irlanda del Norte que enfrentó a Londres con Bruselas.
Presentó sus credenciales a la cadena ITV. "Si hay primarias, presentaré mi candidatura. Amo este país. Mis padres llegaron aquí sin tener absolutamente nada, y el Reino Unido les dio esperanza, seguridad y oportunidades", dijo Braverman, de 42 años, con ascendientes indios.
Steve Baker, el euroescéptico de la rebelíón contra Theresa May, ha dado un paso al frente. “Entré en política para cambiar las cosas”, dijo a Sky News. "Cuando las cosas se han puesto complicadas para el partido, he demostrado mi capacidad de liderezgo", avisó a sus rivales.
The Daily Telegraph ya ha adelantado que se abrirá una pugna muy enconada en el Partido Conservador.
Ha sido la crónica de una muerte anunciada. Ell caso Pincher estalló tras superar una moción de censura por el denominado partygate, el escándalo de las fiestas celebradas en Downing Street durante la pandemia y contra las normas establecidas para evitar los contagios.
Johnson, el hombre que hace lo que quiere y que nunca sigie reglas, quedó tocado, con más de un 41% de sus diputados en contra. Asumió la jefatura del Gobierno en julio de 2019 como líder del Partido Conservador tras la renuncia de Theresa May.
Cae inco meses después de ocupar Downing Street. Johnson, tras una brillante carrera como alcalde de Londres, arrasó en las elecciones. Esta victoriale ha permitido sobrevivir ante la riada de escándalos. Pero vivir en el alambra acabó con su vida política.
Fuertes personalidades
Liz Truss. La ministra de Asuntos Exteriores es la favorita de las bases del Partido Conservador. Ha encabezado las encuestas entre los miembros del partido realizadas por el sitio web Conservative Home.
La ministra, de 46 años, pasó los dos primeros años del mandato de Johnson como secretaria de Comercio Internacional, defendiendo el Brexit, y el año pasado fue nombrada principal negociadora de Gran Bretaña con la Unión Europea.
Jeremy Hunt. El exsecretario de Exteriores de 55 años quedó en segundo lugar tras Johnson en la contienda por el liderazgo de 2019. Ha asegurado que si fuese elegido como primer ministro, su política ofrecería un estilo de liderazgo más serio y menos controvertido.
Ben Wallace. Ministro de Defendade 52 años, se ha convertido en los últimos meses en el miembro del Gobierno más popular en el Partido Conservador, según Conservative Home, gracias a su gestión de la crisis de Ucrania. Antiguo soldado, sirvió en Irlanda del Norte, Alemania, Chipre y América Central.
Rishi Sunak. Dimitió como ministro de Economía el martes diciendo que "el público espera con razón que el Gobierno se conduzca de forma adecuada, competente y seria", era hasta el año pasado el favorito para suceder a Johnson.
Nadhim Zahawi. La historia personal de Zahawi, exrefugiado de Irak que llegó a Gran Bretaña de niño, le diferencia de otros aspirantes conservadores. Impresionó e impactó cuando Gran Bretaña tuvo uno de los despliegues más rápidos de vacunación contra la COVID en el mundo.
