Las plegarias han sido escuchadas. ¿Cuántas veces los usuarios han sufrido cuando el smartphone de última generación caía al suelo? Muchos de ellos rezaban para que la pantalla del terminal siguiera intacta, pero pocas veces dichos golpes dejaban la pantalla intacta.
Hasta ahora. Aunque algunos fabricantes aseguran que sus nuevos dispositivos son tanques resistentes al polvo y al agua, pocos confirman su resistencia a golpes. Sin embargo, LG se ha ganado el aplauso de los usuarios con su nuevo LG G Flex. No solo porque se trate de uno de los primeros smartphone con pantalla curva, sino porque sus especificaciones lo hacen único.
Y es que LG sabe lo que los usuarios quieren y por ello ha hecho una propuesta que no podrán rechazar. Y es que al parecer la pantalla es capaz de reponerse sola ante los arañazos y roces. Y pese a aquellos que critiquen que el fabricante se escuda en una mera palabrería, LG demuestra esta función autorreparadora, exclusiva de la parte trasera del teléfono. a través de un vídeo.
En él se puede ver cómo la factoría raya el teléfono y lo somete a varios objetos pesados para, posteriormente, comprobar que los golpes van desapareciendo. Hace lo mismo, con la misma intensidad y durante el mismo tiempo, con un teléfono similar, demostrando así que al cabo de tres minutos, el LG G Flex está como nuevo y el otro dispositivo con arañazos.
Posteriormente la demo se centra en la resistencia del smartphone curvado de LG. Para ello se colocan objetos de distintos pesos, uno de de 8 kg, luego de 16 kg y después de 32 kg, encima del teléfono. En este sentido, el smartphone no sufre ninguna lesión, simplemente la curvatura del teléfono cede a medida que el objeto ejerce más presión.