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UN CHEQUE EN BLANCO

Las tarjetas black de Caja Madrid desencadenan un sismo político y social

Las tarjetas opacas de Caja Madrid provocaron la destitución de Pablo Abejas, director de Economía de la Comunidad de Madrid y de Carmen Cafranga, presidenta de la Fundación Caja Madrid.

Hechosdehoy / Arturo Vázquez
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El 26 de junio Bankia alertó al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) de las tarjetas opacas o Tarjetas Black. Alertó que estaban "fuera del circuito ordinario" y que no existía contabilidad precisa. El FROB estregó la documentación a la Fiscalía Anticorrupción.

El juez Fernando Andreu envió los informes a los peritos del Banco de España para que investiguen si las 86 personas que utilizaron este método de pago pudieron cometer los delitos societario y de apropiación indebida. Fue Bankia, a través de una auditoría interna, quien detectó hace meses las tarjetas. En Caja Madrid, al menos 15,25 millones de euros salieron de la entidad por este medio entre los ejercicios 2003 y 2012, y en Bankia los directivos abonaron de esta manera compras por valor de 245.200 euros.

Al revelarse estos datos, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, destituyó al director general de Economía y presidente de Avalmadrid, Pablo Abejas. En su etapa en Caja Madrid, donde presidió la Comisión de Control, llegó a gastar 246.700 euros con las tarjetas opacas. La presión de Ignacio González también forzó la dimisión de María Carmen Cafranga como presidenta de la Fundación Obra Social y Monte de Piedad de Madrid. Cafranga gastó 175.200 euros.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, juzgó de “execrable” el uso de las tarjetas, que salpica a representantes del PP (28), PSOE (15) e IU (4) y a los sindicatos CCOO (6) y UGT (4). El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, afirmó que abrirá un expediente a los afectados de su partido, a quienes se pedirá que devuelvan el dinero.

Las tarjetas opacas de Caja Madrid han provocado un enorme escándalo social y político. Altos cargos de la entidad financiera las utilizaron para realizar gastos personales sin justificar. Caja Madrid utilizó estas tarjetas para pagar sobresueldos a sus principales ejecutivos durante al menos diez años.

La tarjetas -que no tributaban a Hacienda- funcionaban como un cheque en blanco que los beneficiarios no tenían que justificar. Sólo tenían un límite: no sobrepasar los 50.000 euros en el caso de algunos consejeros y directivos, y los 25.000 euros en el caso de otros. Entre los gastos figuran viajes personales, compras de alimentación y ropa, e incluso retiradas de dinero en efectivo.

Caja Madrid primero y luego Bankia, gestionadas por Miguel Blesa y Rodrigo Rato, permanecen en su última y anterior etapa bajo la convulsión. Este último escándalo conocido, que produce indignación, llega en el momento de más clamor, como viene informando Hechos de Hoy, de tolerancia cero contra el cáncer de la corrupción, así como de la necesaria regeneración a todos los niveles.
 

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