Todas las luces rojas al confirmarse el agravamiento de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, de 44 años. Son siete las personas tratadas en el Hospital Carlos III de Madrid.
En el último capítulo en esta crisis del Ébola en Madrid, cuestiones muy polémicas:
– Lo primero, las autoridades sanitarias no atendieron la alerta del camillero que recogió a Teresa Romero en su casa. Subió a la casa con guantes, mascarilla y una bata de papel por iniciativa propia. Tras el traslado, y sin ser desinfectada, la ambulancia recogió a siete pacientes más.
– El Hospital Carlos III comenzó a contratar personal extra para poder atender todos los casos sospechosos y en investigación que van llegando al centro. Relevarán a profesionales de enfermería que se han negado a trabajar con enfermos de Ébola señalando que las condiciones de seguridad no son las adecuadas. Se decidió vaciar la cuarta planta del hospital para atender a los sospechosos de contagio de Ébola
– Se supo que el doctor Juan Manuel Parra, médico adjunto de urgencias del Hospital de Alcorcón (Madrid), de 41 años, se enfrentó durante 16 horas casi en solitario a la tarea de salvar la vida a Teresa Romero. Quedó ingresado en aislamiento, a petición propia, en el Hospital Carlos III.
– El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, admitió de "poco afortunada" la expresión que el miércoles empleó para decir que Teresa Romero pudo haber mentido sobre su salud, pero se ratificó en que ocultó información sobre un posible contacto con el virus.
– El Partido Socialista (PSOE) pidió crear un Comité de Crisis para el Ebola, presidido por Mariano Rajoy para informe diariamente de la evolución del caso de infección por Ébola y las medidas para evitar el contagio. Planteó que, junto al presidente, componga este comité la vicepresidenta del Gobierno, y los ministros de Sanidad, Interior, Defensa y Administraciones Públicas.
De las cuestiones que se están sucediendo, llamó la atención que el presidente no designara de inmediato un único portavoz, experto, en una crisis en el que la información es vital. En una situación tan excepcional, con máxima relevancia internacional, y la atención de Estados Unidos y la Unión Europea, Mariano Rajoy pudo haber encomendado esta tarea de inmediato a Soraya Sáenz de Santamaría. No lo hizo.
En la tarde del jueves, la situación cambió radicalmente con las horas críticas de Teresa Romero. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. siguió al minuto la situación. La subdirectora del Hospital de La Paz-Carlos III, Yolanda Fuentes, confirmó las horas más difíciles. Hasta ese momento, Teresa Romero estaba siendo tratada con un suero extraído de las defensas de la hermana Paciencia, que superó la enfermedad, se encontraba "estable" y el porcentaje de virus no se había incrementando.
Están ingresadas en el Hospital Carlos III otras seis personas. Se mantienen en observación por haber estado en contacto con Teresa Romero; entre ellas, su marido y los médicos que la atendieron en el centro de salud y en el Hospital de Alcorcón.
El testimonio de Teresa Romero