"La situación en Burundi es extremadamente seria", advirtió la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, en declaraciones a la prensa a su llegada a la reunión de los ministros de Exteriores de la UE, donde Burundi no está formalmente en la agenda.
La jefa de la diplomacia europea explicó que la UE está "en contacto" con la Unión Africana para "facilitar el diálogo entre burundeses. Hemos preparado un paquete financiero para facilitar este diálogo, para que pueda comenzar inmediatamente. Es urgente que comience inmediatamente porque tenemos que parar la violencia”.
Por su parte, el ministro de Exteriores belga, Didier Reynders, también ha advertido de que los acontecimientos en Burundi de las últimas horas "son catastróficos" y advirtió de la necesidad de "actuar". "Hace falta actuar. Hay demasiada violencia en el país en las últimas horas", subrayó, insistiendo en la necesidad de "enviar mensajes" en este sentido a la Unión Africana y al Consejo de Seguridad de la ONU.
Un total de 87 personas han muerto, entre ellos ocho miembros de las fuerzas de seguridad, por la violencia del viernes en la capital, Bujumbura. Un portavoz del Ejército, Gaspard Baratuza, explicó que murieron 79 atacantes y otros 45 fueron capturados durante un ataque de individuos armados contra tres instalaciones militares de Bujumbura.
Al margen de estos últimos incidentes, más de 240 personas han muerto desde abril, cuando comenzaron los disturbios después de que el presidente, Pierre Nkurunziza, anunciara su intención de seguir en el poder durante un tercer mandato. El mandatario ganó en julio unas polémicas elecciones, a las que la oposición no se presentó.
La Unión Europea abrió la semana pasada la puerta a adoptar nuevas sanciones contra Burundi tras concluir que el país no ha presentado compromisos suficientes para remedir las violaciones de Derechos Humanos sobre el terreno tras mantener el pasado martes una jornada de consultas en Bruselas en base al artículo 96 del Acuerdo de Cotonou.
Los Veintiocho impusieron el pasado 1 de octubre sanciones al jefe de gabinete de la administración presidencial responsable de la Policía Nacional de Burundi, Gervais Ndirakobuca, al antiguo responsable de las misiones de la Presidencia y general en la reserva golpista, Léonard Ngendakumana, al agente de Inteligencia Mathias Niyonzima, y al director general adjunto de la Policía Nacional, Godefroid Bizimana, por socavar la democracia y obstruir los esfuerzos para lograr una solución política" en Burundi.
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