Durante años, los beneficios del café se han ido publicando en todos los medios de comunicación al mismo tiempo que los detractores de esta bebida salían al paso de aquellos que le consideraban un producto saludable. Sin embargo, expertos de Suecia aseguran que tomar dos tazas de café es totalmente positivo si la persona padece una mutación genética puesto que la bebida le ayudará a activarla y protegerla contra la enfermedad de Parkinson.
Es conocido en el mundo sanitario que los factores hereditarios y ambientales llegan a tener un importante papel en la aparición de algunas enfermedades, por ello, muchos expertos se centran en la identificación de genes y la exposición ambiental ya que aumentan el riesgo de contraer enfermedades.
Sin embargo, y según estos expertos “no hay que olvidar el papel que ejercen ciertas las variaciones o mutaciones genéticas combinadas con factores ambientales para protegernos frente a la aparición de enfermedades”. Y una de ellas es la enfermedad de Parkinson.
Por ello, los investigadores analizaron más de un millón de malformaciones genéticas, lo que les sirvió para identificar una variante del gen GRIN2A como un factor protector contra el párkinson. La proteína es parte de un complejo que se cree que desempeñan un papel fundamental en varias enfermedades neurodegenerativas.
En el estudio se dividieron en dos áreas principales del sudeste de Suecia para examinar el efecto de la cafeína, un factor protector que ya es conocido por los investigadores así como la variante genética en GRIN2A. Una vez realizado el estudio, los expertos comprobaron que las personas con dicha combinación tienen mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Asimismo, también proporcionaron una explicación molecular de los efectos positivos con el aumento del consumo de cafeína. “La cafeína se integra con un receptor de dopamina que regula el flujo de calcio en la célula. Como la dopamina forma parte del sistema de recompensa humana, se ha especulado que los individuos con ciertas variaciones genéticas no son recompensados en la misma medida por una taza de café y por lo tanto, no disfrutan del mismo efecto protector que otros”, comentó.