Se veía venir. Al ser humano, si le das un arma, apretará el gatillo. Somos así. El porcentaje de inconscientes que hay en la sociedad crece a la misma velocidad que la educación consigue crear jóvenes sin capacidad de pensamiento. Nos quieren tontos y pasa lo que pasa, que hacemos tonterías.

La Inteligencia Artificial es un arma de destrucción masiva. Estamos comenzando a emplearla, pero se me antoja que nos vamos a tener que enfrentar a ella. Y no se me ocurre mejor manera que la concienciación. Será porque hoy me he levantado pesimista, me da que no vamos a poder ganar la batalla para que estas cosas no pasen más. Más de 20 familias en Almendralejo (Badajoz) han denunciado que hay imágenes de sus hijas de entre 12 y 17 años circulando por la red. Alguna madre ha llegado a decir que eran tan perfectas que ha tenido que ver la foto varias veces para darse cuenta de que no era el cuerpo de su hija.

Yo reconozco que quizás sea una ida de olla de jóvenes. Todos lo hemos sido y hemos estado con las hormonas más revueltas que las llaves del coche en una centrifugadora, pero esto no se puede permitir. ¿En serio me dicen que los que lo han hecho no sabían de la gravedad de lo que estaban haciendo? Si fueron adultos lo que lo hicieron, penas duras.

En estos días estamos viendo, también, un grupo de jóvenes jugadores de los filiales del Real Madrid difundiendo videos de menores en situaciones íntimas. Creo que, a estas alturas, todos sabemos las repercusiones de estos actos. En los colegios se enseña lo que es la intimidad y debe seguir siendo una prioridad.

Esperemos, por el bien de todos, que sigan esas charlas de concienciación en las escuelas para que estos casos sean noticiables por lo extraño y no empecemos a naturalizarlos. Y un consejo, disfruten del sexo como hemos hecho siempre, pero si se dejan grabar haciéndolo, que sepan que están dejando en manos de otro esa intimidad que es un derecho personal de cada uno de nosotros.