Las asociaciones de prensa contra las presiones a los medios de comunicación en el ejercicio de su labor. Un clima de indignación en España y en Europa -como ha destacado Hechos de Hoy– contra los ataques, insultos y descalificaciones de Pedro Sánchez a la Liberted de Prensa, los Legacy Media (los periódicos tradionales con ediciones impresas y digitales) y los nativos digitales (los periódicos que sólo existen en Internet, en el ecosistema digital y a los que el presidente del Gobierno tacha de manera despectiva de “webs”)

En una segunda carta, Pedro Sánchez, insiste en la advertencia de que España y el resto del mundo “se enfrenta al avance de una internacional ultraderechista que trata de imponer su agenda regresiva, no mediante el debate de ideas y el contraste de propuestas, sino por la destrucción del adversario”.

“Para lograrlo, ponen en marcha la máquina del fango, alentada por la derecha y la ultraderecha, junto a páginas web y asociaciones ultraderechistas que fabrican bulos y mentiras, bulos que a continuación se propagan en tertulias y en las tribunas para después judicializar falsas denuncias, deteriorando gravemente nuestra democracia y nuestra convivencia”. “Debemos defender nuestra democracia rechazando a aquellos que convierten la política en un barrizal de insultos y falsedades”.

Pedro Sánchez tomó nota, apuntaron analistas latinos, de la decisión de Nicolás Maduro de cancelar en Venezuela las emisiones de DW Español.

La cumbre de la FAPE en Talavera de la Reina

Por su parte la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) reiteró su “firme compromiso con la defensa del periodismo como pilar fundamental de la democracia” tras su asamblea general celebrada en Talavera de la Reina.

Hizo un llamamiento a acabar con la crispación “generada por la polarización política” y pidió a Sánchez “terminar con los ataques a la prensa y los periodistas para acallar voces críticas”.

En un nuevo manifiesto instó a la necesidad de cumplir los principios éticos y profesionales, y de defender el libre ejercicio del periodismo, de la libertad de expresión y del derecho a la información veraz de los ciudadanos.

Por ello, las asociaciones de prensa instan a Sánchez y a los grupos políticos a “acabar con la crispación que reflejan en sus actuaciones” y “terminar con los ataques a la prensa y los periodistas” después de las palabras del presidente y sus amenazas a la prensa.

El manifiesto reclamó a los grupos políticos que protejan ese derecho constitucional y no fomenten la “difusión de mentiras y bulos mediante el uso perverso de las redes sociales” y, sobre todo, que acaben con las presiones a los medios y los periodistas.

Avisó a los políticos y gobernantes sobre “los discursos de odio” a la vez que solicitan a las instituciones “no difundir noticias falsas o manipuladas”. Recordó a los políticos que tarea principal de los periodistas es “preguntar, investigar y denunciar los comportamientos irregulares”.

Denunció “los ataques al libre ejercicio del periodismo con determinadas prácticas antidemocráticas, como los señalamientos, el acoso on line, la exclusión de medios y periodistas de convocatorias, las comparecencias sin preguntas y los intentos de imponer preguntas”. Para la FAPE, “sin periodismo no hay democracia”.

A la vez reconoció que los periodistas están sometidos a la ley y que cualquier vulneración de derechos que se registre en una información pueden ser llevados a los tribunales, o cualquier comportamiento irregular de un profesional o uno medios de comunicación a la Comisión de Arbitraje, Quejas y Dentología del Periodismo.

Tanto la FAPE como la Asociación de Prensa de Madrid (APM) han defendido que “la regeneración que plantea el presidente del Gobierno ha de contemplar, como pilar fundamental, el respeto al trabajo de los periodistas y a la libertad de información, teniendo en cuenta además que, en su propio discurso, Sánchez ha denunciado el peligro que supone la desinformación para la calidad democrática de un país”.

Por su parte, la APM alertó de su preocupación por el hecho de que “una situación tan excepcional se resuelva trasmitiendo una duda sobre la libertad de expresión”. “Si el presidente y el Gobierno consideran que hay que abrir un debate sobre los límites de la información -que ya están marcados en nuestras leyes-, nos comprometemos a participar, desde la reflexión, el debate, la serenidad y, por supuesto, la autocrítica”, señaló la APM.