Todos los servicios de inteligencia de Israel, según informaciones de Hechos de Hoy, están siguiendo de forma constante el estallido de la grave crisis política y militar en Siria.
Los acontecimientos se están acelerando por la debilidad de Rusia e Irán y la destrucción de la capacidad militar de Hezbolá y Hamás. Vladimir Putin, debilitado por su decisión de invadir Ucrania. Ali Jamenei, gravemente enfermo, en posición muy delicada también las respuestas de Israel a sus dos ataques.
Egipto, Arabia Saudí y los emiratos del Golfo en alerta extrema ante el peligro de la desintegración de Siria y la irrupción de un escenario de califatos independientes y radicales. Tanto para Joe Biden como para Donald Trump, el avance de la coalición COM se ha convertido en un cisne negro inesperado y muy peligroso para toda la región.
Líbano, Israel, Jordania, Irán, Irak y Turquía en alarma al reabrirse la compleja guerra civil en Siria donde la llamada Coalición de Operaciones Militares (COM) ha avanzado en una operación sorpresa, denominada “Disuasión de la Agresión”, para tomar Alepo, la primera ciudad de Siria, y desafiar la autoridad del presidente Bashar al-Assad (Asad, Asadhijo)
La repentina ofensiva que le ha costado al régimen el control de la ciudad de Alepo.
La ofensiva también ha permitido a la alianza rebelde capturar una importante base militar al este de Alepo y grandes zonas de las provincias de Alepo e Idlib.
El gran éxito de los rebeldes supone el mayor desafío en ocho años para el presidente Bashar al-Assad.
La recién formada coalición rebelde, que se autodenomina Comando de Operaciones Militares, ha capturado sitios clave en todo Alepo, incluido el aeropuerto, donde un vídeo verificado por la CNN mostró a combatientes vestidos de camuflaje dentro de la terminal principal.
La ofensiva ha reavivado la prolongada guerra civil siria, que ha causado la muerte de más de 300.000 personas y ha provocado casi seis millones de refugiados. El conflicto nunca terminó formalmente y el estallido es el más significativo desde 2020, cuando Rusia y Turquía alcanzaron un alto el fuego en Idlib.
Los rebeldes están liderados por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), una antigua filial de Al Qaeda en Siria que solía llamarse Frente Al-Nusra.
En 2016, el líder del grupo, Abu Mohammed al-Jawlani, rompió filas públicamente con Al Qaeda, disolvió Jabhat al-Nusra y creó una nueva organización, que adoptó el nombre de Hayat Tahrir al-Sham cuando se fusionó con varios otros grupos similares un año después.